“Me tomó por
sorpresa el recibimiento de la gente”, dijo Emanuel Cusolito, quien
no lograba entender la expectativa y la pasión con la que los
zarateños vivieron su pelea por el título mundial el último martes
en EEUU y el cálido recibimiento de miles de vecinos, más allá de
la derrota.
“Que la gente me
reciba de esta manera me levanta el ánimo, más allá que estoy un
poco triste por el resultado de la pelea”, aseguró el boxeador,
que en la rotonda de ingreso a la ciudad se subió a una autobomba de
los Bomberos y desde allí arriba recogió el cariño de la gente que
salía a la calle para reconocerle su esfuerzo deportivo.
El final de la caravana
fue en el Palacio Municipal, donde el Intendente Osvaldo Cáffaro lo
recibió con un cálido abrazo y le entregó una placa de
reconocimiento.
“Emanuel es digno
defensor del deporte, hay que destacarlo no solo como deportista que
ya lo demostró, porque para lograr esos 12 round tuvo una excelente
preparación, pero aparte de eso rescatarlo como persona, como un
joven de la ciudad que hay que seguir acompañando, para nosotros fue
una victoria”, le dijo Cáffaro.
El Intendente también
acentuó que Cusolito es un “embajador de la ciudad” en cada
lugar que visita.
La pelea
Emanuel Cusolito tuvo el
martes su primera gran chance por el título mundial interino
supergallo de la AMB ante Moises Flores.
El zarateño hizo una
buena presentación en su pelea ante el mexicano, pero el campeón
fue más sólido al final de la pelea y ganó por KOT en el último
round.
La “Ardilla” Cusolito
comenzó pegando duro y colocando buenas derechas en punta, pero
"Chucky" Flores mostró más aguante y a fuerza de dominio
del ring fue inclinando la balanza a su favor, hasta llegar al último
asalto, donde el argentino quedó muy sentido y el árbitro paró la
pelea.
“Fue una
oportunidad, ganamos experiencia, perdí deportivamente pero gané
mucho, en experiencia”, indicó Cusolito este mediodía, y analizó
que “me faltó roce internacional, pero hay que seguir trabajando,
dejé bien parada a ciudad y las puertas están abiertas porque
dejamos una buena imagen”.
Finalmente, Cusolito –que
estaba acompañado, entre otros, por Iván Bustos, el otro boxeador
zarateño que tuvo su chance mundial y actualmente es profesor de la
escuela de Boxeo municipal- afirmó que “en cada golpe que tiraba
lo hacía pensando en mi gente, que estaban alentando desde acá, me
la jugué hasta lo último, pero se escapó por poquito, y si Dios
quiere vamos a tener otra oportunidad”.
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