lunes, 19 de abril de 2021

Sanguinetti y la naturalizada costumbre de expresar falacias


 Es lastimoso escuchar al dos veces presidente Sanguinetti, destilar su ignorante odio hacia el Frente Amplio y demostrar simultáneamente su vetustez ideológica. El FA gobernó durante tres periodos y, aquel miedo atávico originado en época de la guerra fría, esparcido con vehemencia por los partidos tradicionales, confundiendo e intoxicando a la población que confiaba en ellos, nunca se materializo en los gobiernos del Frente como muestra de las mentiras esparcidas durante años. Cualquier analista clasificaría los gobiernos del FA como socialdemócratas, o ajustado a nuestra idiosincrasia como de neobatllismo.

 Es llamativo el distanciamiento del ¨actual¨ Partido Colorado de los principios batllistas, aglutinándose en la Coalición bajo la batuta autoritaria de Lacalle, burda expresión del viejo herrerismo que tanto combatió en el pasado el Partido Colorado contra sus propuestas retrogradas. Sanguinetti, resucitado por algunos proyectos de líderes, carentes de experiencia, con deficiencias de liderazgo, con la intención de sobrevivir el proceso de desaparición electoral en las últimas cuatro elecciones nacionales y departamentales. Sin embargo, el veterano político se equivoca al aliarse al herrerismo y al populismo militarista. 

Daña profundamente al Partido Colorado y especialmente atrofia las posibilidades de crecimiento político de militantes emergentes, intoxicándolos con interpretaciones políticas de la sociedad impregnadas de falacias. Se pavonea por los medios destilando discursos cargados de conceptos intencionalmente confusos hacia el FA, empobreciendo ideológicamente los debates, más preocupado por aparecer en los medios que sostener posturas y propuestas que reflejen la rica historia del Batllismo mas progresista del mundo en su época. Promueve y sostiene dentro del Partido Colorado candidatos de inexistente militancia o de dudosas posturas ideológicas más cercanas al fundamentalismo herrerista que al batllismo modernizador del Uruguay en el siglo pasado. 

Es notorio que se deja seducir por el más extremo neoliberalismo que conduce irreflexivamente La calle, seguramente causando sonrojo por sus posturas extremistas a líderes republicanos en los Estados Unidos, a conservadores en el Reino Unido, inclusive a la propia primer ministro Ángela Merkel máximo exponente del ala conservadora alemana. Agreguemos a la confusión política que padece el Partido Colorado impulsado por el ex presidente, que Lacalle se siente cercano a Bolsonaro, presidente del poderoso vecino, acusado de genocida ambiental, postura negacionista de la epidemia, de minimizar el riesgo del virus, negarse al uso de la mascarilla, manifiesto denostador del diferente, de nombrar en plena pandemia a un militar como Ministro de Salud. Sanguinetti intoxicado ideológicamente analiza la realidad del país en base posturas anti frentistas. 

La estrategia es expandir falacias argumentales y juega a ¨embarrar la cancha¨ al estilo de otros colegas menos laureados como Gandini o Botana. Lo más llamativo de Sanguinetti es el lamentable final de su carrera política: el hermanamiento ideológico con Lacalle la peor versión del herrerismo. La versión más descarnada del deterioro ideológico y político de Sanguinetti es la reciente entrevista realizada por el periodista Mariano López en el noticiero del canal 12 la semana pasada. ¡Es una perla del rosario anti frentista y fuera de época! La intención de López fue recoger la opinión de Sanguinetti sobre la crítica situación sanitaria que padecemos por la pandemia y sobre la solicitud a Lacalle de convocar a un dialogo político nacional. En cada respuesta, independiente del tema, el ex se dedica a denostar al Frente Amplio. Incansable utiliza argumentos falaces y sin resquemor. 

 Durante la duración de la entrevista, Sanguinetti deja traslucir, intencionalmente por supuesto, que los causantes del crecimiento incontenible de los contagiados, del número de fallecidos y del riesgo de colapso en los CTI se deben a la postura del FA y no a los errores y horrores cometidos por Lacalle y negacionista de las sugerencias científicas del GACH y de los más importantes conglomerados médicos. Deja bien claro que es portavoz de Lacalle y del herrerismo en el Partido Colorado. Amplifica sin timidez, el concepto lacallista de que las medidas son suficientes y si no tienen impacto es por culpa de la gente que no cumple con los protocolos y cuidadas colectivos y sociales. 

 ¡Los responsables de la ola de contagios, de ingresados a los CTI, de las fallas en el plan de vacunación, de la llegada tardía de vacunas, de los fallecimientos en el Hogar de Fray Bentos (porque la vacuna llego un día después), que la mutación de Manaos, la temida P1 ingresó al país, del aumento de la pobreza, del desempleo, de la caída del producto bruto, etc., etc., es culpa de nosotros, de los ignorantes ciudadanos que no escuchamos a Lacalle y los acólitos seguidores! Así, construye Sanguinetti sus falacias argumentales con el objetivo de justificar los errores, horrores y fracasos de Lacalle para enfrentar el crecimiento exponencial de contagiados, el récord de compatriotas fallecidos, al deterioro sistemático de la estructura productiva y sus consecuencias sociales que ya están a la vista.

 Un muestra contundente de la bipolaridad política de Sanguinetti cuando solicita a Lacalle convocar a un dialogo nacional con todas las fuerzas políticas para debatir sobre la crítica situación de la pandemia. Como Jekyll y Hyde, al mismo tiempo, afirma que la oposición (léase FA) y sus ¨organizaciones aledañas¨ no tienen disposición constructiva por lo tanto no cree tenga resultado positivo la convocatoria. Sanguinetti se ha convertido en un experto en dinamitar puentes. En situaciones de crisis como la que padecemos, equivale a inmolarse políticamente. Se deja arrastrar y acompaña el notorio fracaso lacallista, comprometiendo el futuro mediato del Partido Colorado potenciado por el alejamiento de Talvi, la figura más respaldada por la opinión pública y que tuvo la valentía de marcarle la cancha a Lacalle. 

 Preocupa y genera temor en ciudadanos que intentamos mantener las neuronas desintoxicadas ante el embate mediático "confundidor" y ocultamiento de la realidad sanitaria, económica y social del país por el Gobierno y de los acólitos socios que estos personajes están conduciendo al país al abismo como el flautista de Hamelin. Finalmente, es muy triste ver dilapidar una trayectoria política reconocida internacionalmente, hundirse en el fango herrerista de la peor calaña. Lo lamento sinceramente porque fue un político fundamental en el proceso de transición pos dictadura, ejemplo en muchos países de la región.

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