domingo, 8 de marzo de 2015

Caso Nisman: un peritaje suma dudas a la versión de la querella

Caso Nisman: un peritaje suma
dudas a la versión de la querella


En el expediente consta que su computadora fue activada el domingo
a las 8 de la mañana; Arroyo Salgado había dicho que el fiscal
murió el día anterior; pidió suspender el análisis informático


por Paz Rodríguez Niell


La mañana del domingo 18 de enero, cerca de las 8, la computadora personal del fiscal Alberto Nisman se conectó a Internet y recorrió los portales de Perfil, Clarín y LA NACION y su correo electrónico personal (Yahoo).

Todo indicaría que fue su dueño quien chequeó estas páginas. De acuerdo con la autopsia oficial, murió entre seis y nueve horas después. Sin embargo, según los expertos de la familia de Nisman, para entonces ya estaba muerto (datan la fecha de su fallecimiento el día anterior).

A esas páginas no se accedió desde una conexión remota, sino "local", informaron a LA NACION fuentes de la causa.

Estos datos son las primeras conclusiones a las que llegó el peritaje tecnológico sobre los aparatos de Nisman, análisis que se suspendió pocas horas después de estos descubrimientos, a pedido de la querella que encabeza la ex mujer del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado.

El peritaje había comenzado el lunes pasado, pero los descubrimientos fueron el miércoles. Ese mismo día, por la mañana, la querella presentó un escrito en el juzgado de Fabiana Palmaghini oponiéndose a que los peritos (tanto los oficiales como los de la defensa y la propia querella) accedieran a la información que hay en las máquinas.

Arroyo Salgado pidió que, en lugar de cumplirse con el peritaje previsto, la información fuera bajada y puesta a exclusiva disposición de la jueza. Argumentó que estaba en juego la privacidad de Nisman y de sus hijas, menores de edad.

Palmaghini hizo lugar a su solicitud. No se cumplirá entonces con los puntos de peritaje que se les había pedido a los especialistas designados para el estudio. Definir estos puntos había llevado mucho tiempo.

Tanto la querella como la defensa habían sugerido diferentes cuestiones para analizar en los aparatos. Coordinar esos puntos de peritaje y resolver qué cosas se les pediría a los especialistas fue una de las razones que demoraron tantas semanas este estudio.

La propia querella había hecho varias presentaciones. Después de más de un mes y medio de muerto Nisman, todavía no se sabe cuáles fueron sus últimas comunicaciones ni entradas a Internet.

A pesar de que Palmaghini hizo lugar al pedido de Arroyo y suspendió el trabajo de los peritos, en su resolución advirtió que este cambio de planes estaba demorando la investigación y dijo que el planteo de Arroyo estaba siendo "contradictorio" con sus actos anteriores, porque recién lo hizo ahora, después de que ella misma había consentido la prueba ordenada y había intervenido en el estudio por realizarse designando expertos y sugiriendo medidas a realizar.

La ley prevé que rige sobre los peritos la obligación de guardar secreto sobre lo que conocen en el ejercicio de sus cargos; obligación que en caso de ser incumplida está sancionada como un delito penal.

Palmaghini incluyó en su resolución un pedido a las partes para que hagan sus planteos en el momento que corresponde.

Pero, en definitiva, la jueza le ordenó al responsable de la División Apoyo Tecnológico de la Policía Federal, división a la que se le había encomendado el peritaje, que se les impida a los peritos ver el contenido que pudiera haber en los aparatos electrónicos de Nisman. Sin análisis de los peritos no hay peritaje posible.

Lo que debían revisar eran los teléfonos, las computadoras, la iPad y la agenda electrónica que se secuestraron en el departamento del fiscal después de que lo encontraron muerto.

Esta decisión adoptada por Palmaghini no es apelable por la fiscal Viviana Fein, pero es probable que la defensa de Diego Lagomarsino, el único imputado en la causa, sí la cuestione.

Ayer, el defensor de Lagomarsino, Maximiliano Rusconi, dijo a la prensa que le llamaba la atención el planteo de Arroyo. "Ella ya conocía los primeros resultados del peritaje. No entiendo por qué no dijo nada de esto ayer (por anteayer)", afirmó.

Se refería a cuando Arroyo Salgado hizo una conferencia con la prensa para informar que tenía acreditado que Nisman había sido asesinado y que la fecha de muerte no era el domingo, como sostuvo la autopsia oficial, sino el sábado; es decir, antes de esta entrada en las páginas de Internet que se descubrió.

Para la fiscal Fein, este peritaje tecnológico era una prueba clave para avanzar en la investigación. Había sido ordenado originalmente el 5 de febrero, hace más de un mes.

"Lo de los teléfonos y las computadoras es muy importante. Hay que saber qué pasó en las últimas horas de Nisman", dijo Fein en una entrevista publicada la semana pasada por LA NACION, en la que dijo además que no podía descartar ninguna hipótesis para explicar la muerte. Ni el suicidio, ni el suicidio inducido, ni el homicidio.

CONCLUSIONES CONTRAPUESTAS

Viviana Fein

El informe que realizaron los profesionales que dependen de la Corte Suprema de Justicia y que reportaron a la fiscal Fein estableció que la muerte de Nisman ocurrió en horas cercanas al mediodía del domingo.

La mañana del domingo la computadora de Nisman se conectó a los portales de Perfil, Clarín y LA NACION y a su correo electrónico. Todo indicaría que fue su dueño quien chequeó las páginas. De acuerdo con la autopsia oficial, murió entre seis y nueve horas después, pero, según los expertos de la familia, para entonces ya estaba muerto.

Arroyo Salgado

Para los peritos de parte que trabajaron sobre el estudio que presentó Arroyo Salgado, el fallecimiento de Nisman ocurrió entre las 17 del sábado y la 1 del domingo (36 horas antes de la autopsia, + - 4 horas).

Pocas horas después de estos descubrimientos, el peritaje tecnológico sobre los aparatos de Nisman se suspendió a pedido de Arroyo Salgado. La jueza argumentó que estaba en juego la privacidad del fiscal fallecido y de sus hijas, menores de edad.

M. Rusconi

El sábado 17, Diego Lagomarsino estuvo en dos oportunidades en el departamento del fiscal de la causa AMIA. Ese día le entregó su pistola Bersa Thunder calibre 22, que disparó la bala que terminó con la vida de Nisman. El horario que estableció el peritaje de la querella lo complica.

Tras el informe sobre la actividad de la computadora personal de Nisman, el abogado de Lagomarsino, Maximiliano Rusconi, dijo que hay "constancias que demostrarían actividad del fiscal Nisman el domingo, a las 8 de la mañana".

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