NUESTRA INMIGRACIÓN
La gran ola de inmigración europea a nuestro país que se dio desde finales de Siglo XIX hasta las primeras décadas del Siglo XX, también se vio reflejada en la ciudad de Zárate. Las colectividades predominantes fueron la italiana y la española, y en menor medida, las belga, francesa y eslavo-croata. La inmigración modificó sustancialmente la realidad urbana, dándole un carácter cosmopolita, mediante la convergencia de costumbres, tradiciones e ideas diversas.
Los inmigrantes se organizaron en sociedades de ayuda mutua siendo las gestoras de obras culturales relevantes, como la construcción de los teatros Coliseo e Hispano.
Para ese entonces era mucha la cantidad de mano de obra que se requería por las distintas industrias y también en el trabajo rural, por lo tanto, estas tierras eran propicias para poder salir adelante gracias a la fuerza del trabajo y esto les permitía pensar en un futuro mejor…
LOS INMIGRANTES EN ZÁRATE
A partir de la segunda mitad del Siglo XIX, la inmigración cobro un rol fundamental en nuestra comunidad, lo que se vio reflejado en el crecimiento económico, en las transformaciones sociales y en la expansión urbana.
Los inmigrantes desempeñaron múltiples actividades en la sociedad zarateña: Social y cultural: • Formando parte de las bandas de música de la Fábrica de Papel y de la Municipal • Impulsando y estableciendo las bibliotecas populares • Constituyendo sindicatos y partidos políticos • Continuando sus creencias y celebraciones religiosas y promoviendo la creación de distintas capillas e iglesias Trabajo: • Como mano de obra calificada y no calificada en las distintas industrias que se habían instalado, como por ejemplo en la Fábrica de Papel y en los frigoríficos. • En la creación de comercios, como por ejemplo la relojería Treffinger o la tienda Palazuelo. • En variados oficios como: mecánicos, talabarteros, panaderos, sastres, herreros, carpinteros.
• En la construcción, se destacó la presencia de maestros albañiles y artesanos, como el suizo Dionisio Ferrari, y los hermanos Ponsa, de origen español. Igualmente, en su mayoría, fueron italianos ya que se vio reflejado en la arquitectura italianizante que fue transformando el estilo de las construcciones de la ciudad.
“Fueron y son legión los que, como estos, herreros, cocineros, panaderos hicieron y hacen la Historia que nos importa y nos atañe porque nos involucra cada día de nuestros días hasta el último” Abel Poletti en su libro “Zárate.
Inmigración y Familias”
ZÁRATE: VOCACIÓN INDUSTRIAL El perfil industrial que adquirió la ciudad desde finales del siglo XIX se tradujo en la instalación de una serie de industrias favorecidas por el Río Paraná que permitía el transporte fluvial (rápido y barato) y también por el ferrocarril. El puerto de Zárate tenía gran movimiento comercial. La industria de entonces, cuando no destinaba su producción al comercio exterior, se especializaba en artículos de consumo interno (alimentos, vestimenta, materiales, etc.).
Las principales industrias instaladas a partir de la década de 1880 fueron: Frigorífico Las Palmas La Fábrica de Papel La Fábrica de productos Químicos “La Diana” La Tuillerías de Zárate La fábrica de Alcoholes de Pascual Varando El Frigorífico Smithfield El frigorífico Anglo - River Plate La Fábrica de Mosaicos “La Progresista” La Fideería Cafferata
municipal su hermano Pedro se llevó a cabo el programa de obras públicas que perdura aún en la memoria de muchos zarateños destacándose, entre otros, los trabajos de pavimentación, redes de aguas corrientes y servicios cloacales en el sector fundacional; la construcción del actual Palacio Municipal y la Delegación Municipal de Lima; la remodelación integral de la Plaza Italia y la iniciación de las obras de construcción de la avenida costanera y el balneario en 1936.
ZÁRATE: GENERAL URIBURU
El 6 de septiembre de 1930 el general José Félix Uriburu asumió la presidencia de la República, luego del triunfo del golpe de estado que derrocó al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen. Su gobierno se extendió poco más de un año, falleciendo en París en abril de 1932. Poco tiempo después, en junio del mismo año, el entonces senador provincial conservador Luis Guerci, presentó un proyecto de ley por el cual se cambió el nombre de Zárate por el de “General Uriburu”, situación que rigió hasta 1946.
El cambio de denominación originó repudio en la prensa opositora extendiéndose la protesta al Concejo Deliberante a través de una nota dirigida al cuerpo por un grupo de vecinos que en su relato finalizaban diciendo "ya en 1832 hace un siglo, cuando en Zárate se produjo ventas de tierras en las respectivas escrituras se hacía mención al nombre de las calles designándose lotes y manzanas, además.
En muchas de estas escrituras consta también la exigencia de los hermanos Anta en el sentido de que fuese respetado el nombre que ellos habían puesto al pueblo de que eran fundadores". Firmaban la nota Antonio Gassó, Estanislao de la Torre; Horacio Etevenaux; Ángel E. Melillo, Alberto Roldán Vergés y Raúl de la Torre.
En este período, siendo senador provincial Luis Guerci (hasta su muerte ocurrida el 3 de marzo de 1940) e intendente
municipal su hermano Pedro se llevó a cabo el programa de obras públicas que perdura aún en la memoria de muchos zarateños destacándose, entre otros, los trabajos de pavimentación, redes de aguas corrientes y servicios cloacales en el sector fundacional; la construcción del actual Palacio Municipal y la Delegación Municipal de Lima; la remodelación integral de la Plaza Italia y la iniciación de las obras de construcción de la avenida costanera y el balneario en 1936.