MONTEVIDEO (Uypress) – Uruguay es el mayor consumidor de coca铆na, en t茅rminos per c谩pita, de Am茅rica Latina y uno de los mayores del mundo, de acuerdo a un informe presentado por el PNUD este jueves.
La informaci贸n surge de datos correspondientes a 2020 de la OCDE y el Banco Mundial, y aparece en el informe Ideas para agendas emergentes / An谩lisis exploratorio del narcotr谩fico en Uruguay, presentado este jueves 15 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Se trata de un trabajo por Juan Bogliaccini, Carlos D铆az, Rosario Queirolo y Emiliano Tealde, del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Cat贸lica del Uruguay(UCU)
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"La pol铆tica p煤blica, el rol del Estado, garante de la seguridad ciudadana, en perspectiva humana e integral, son territorios en continua disputa entre el mundo de lo legal y lo ilegal. Las brechas sociales, las rupturas en el tejido social, son las fisuras por las que hoy se cuela el delito en su expresi贸n m谩s o menos organizada", afirma en el pr贸logo Stefan Liller, representante residente del PNUD en Uruguay.
"Uruguay es reconocido internacionalmente por sus dispositivos de protecci贸n social, humanista y universal, con enfoque de g茅nero y generaciones, con un hondo sentido de promoci贸n de una vida digna en pleno goce de los derechos humanos", contin煤a Liller, que agrega que "sin embargo, la fenomenolog铆a criminal, en su cara m谩s organizada, visibiliza ineficiencias y zonas ciegas donde hace falta repensar las respuestas de pol铆tica p煤blica y redoblar el esfuerzo por integrar socialmente, de forma segura y sostenible a todas y todos quienes habitan este pa铆s".
"El aumento de la violencia relacionada con las drogas en Uruguay, como en el Cono Sur de Am茅rica Latina en general, est谩 asociado con al menos tres factores: el cambio en la geograf铆a de las econom铆as pol铆ticas il铆citas transnacionales -o el com煤nmente denominado lado clandestino de la globalizaci贸n-, la variedad en la capacidad -y en algunos casos complicidad- de las instituciones estatales a cargo del orden p煤blico, y la competencia entre Estado y grupos criminales para controlar el territorio", comienza se帽alando el informe, de 80 p谩ginas, de los investigadores de la UCU.
El informe destaca que la mayor parte de la coca铆na que se consume en Europa procede de la regi贸n andina, donde se encuentran los tres mayores productores de hoja de coca del mundo: Colombia, Per煤 y Bolivia. Am茅rica Latina suministra tambi茅n coca铆na a Estados Unidos.
"Europa y Am茅rica Latina son simult谩neamente zonas de producci贸n, consumo y tr谩nsito de sustancias il铆citas, destacan los autores del informe, que adem谩s se帽alan que Bolivia y Paraguay son los principales pa铆ses de distribuci贸n interna del continente, rutas a trav茅s de las cuales se accede a las principales v铆as de transporte con acceso a otros continentes.
Uruguay es el mayor consumidor de coca铆na, en t茅rminos per c谩pita, de Latinoam茅rica y uno de los mayores del mundo, de acuerdo a datos de OCDE y Banco Mundial de 2020, se se帽ala en el documento, y profundiza explicando cambios en las pautas correspondientes a nuestro pa铆s: "Aunque tradicionalmente ha sido pa铆s de destino final en las rutas de tr谩fico, en las 煤ltimas d茅cadas el puerto de Montevideo ha visto incrementada su participaci贸n como ruta de salida.
Esto pone al puerto de Montevideo en niveles de relevancia similares a los de las rutas tradicionalmente establecidas a trav茅s de Brasil y Venezuela con destino al mercado europeo".
El informe del PNUD destaca que el narcotr谩fico es una actividad muy lucrativa y, como tal, genera super谩vit, mucha demanda de consumo y de trabajo, y v铆nculos fuertes con el poder. En otras palabras, ofrece una alternativa que, en muchos casos, compite con el tradicional mercado de trabajo.
Sin embargo, su car谩cter ilegal lo deja por fuera de los marcos de regulaci贸n que operan para los otros mercados legales y, por tanto, debe generar sus propios mecanismos de regulaci贸n que, en muchos casos, incluyen violencia como motor de la coerci贸n. El propio hecho de que este mercado se haya desarrollado en Uruguay en un contexto de fuerte crecimiento econ贸mico en las 煤ltimas d茅cadas subraya su capacidad para competir con el mercado formal de trabajo.
De acuerdo a lo planteado en el material difundido este jueves, el financiamiento del narcotr谩fico penetra el Estado para garantizar la movilidad del producto y la continuidad del mercado. Esta penetraci贸n ocurre a partir de incentivos para facilitar el tr谩fico, que ocurren en general en forma de est铆mulo econ贸mico, coerci贸n por amenaza de uso de fuerza, o el uso mismo de la fuerza con el fin de desestimular controles futuros.
Precisamente por su condici贸n de ilegalidad y su alta lucratividad es que presenta una gran capacidad de penetraci贸n de las estructuras estatales.
Otro de los temas destacados es que el mercado de drogas ejerce una fuerte competencia en t茅rminos de empleabilidad sobre el mercado legal de trabajo, en particular en contextos de baja educaci贸n, desempleo y pobreza. "Cuando los mecanismos de socializaci贸n habituales, como el empleo y la educaci贸n, no permiten alcanzar est谩ndares m铆nimos de bienestar, cobran relevancia las trayectorias de socializaci贸n alternativas, como el delito.
El crimen organizado, y en particular el narcotr谩fico, tiene capacidad de seducir con trayectorias de socializaci贸n atractivas en el corto plazo", sintetiza el informe.
Para los autores, reducci贸n del narcotr谩fico y de la violencia asociada a este deben ser dos metas diferentes y que deben considerarse de forma independiente, ya que, seg煤n afirman, "la violencia no es inherente a las transacciones de la producci贸n y tr谩fico de drogas, aunque s铆 su externalidad m谩s negativa, variable y vol谩til".
Agregan que "el nivel de violencia del mercado puede depender incluso de las pol铆ticas p煤blicas que se establezcan para ocuparse del problema del mercado ilegal de drogas".
Se necesitan consumidores
El narcotr谩fico necesita, en primer lugar, consumidores. "En lo que a demanda se refiere, el mercado de drogas es bastante tradicional", se afirma, pero se agrega que "en realidad, lo primero que necesita el narcotr谩fico para subsistir es la prohibici贸n de algunas drogas".
Pero volviendo al tema de los consumidores, el documento se帽ala que a mayor poder adquisitivo, mayor consumo.
"Estados Unidos es el pa铆s de mayor ingreso per c谩pita en el mundo, y tambi茅n el de mayor consumo per c谩pita de coca铆na: el 2,7 % de su poblaci贸n consumi贸 esta droga en el a帽o 2017", de acuerdo a datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, correspondientes a 2019.
En Am茅rica Latina, la asociaci贸n entre ingreso per c谩pita y consumo se mantiene. Uruguay, Argentina y Chile son, en ese orden, los pa铆ses con mayor consumo per c谩pita de coca铆na de la regi贸n, a la vez que los de mayor ingreso per c谩pita (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, 2019).
En cuanto a la penetraci贸n del dinero del narcotr谩fico en diversos 谩mbitos, y en especial en el pol铆tico, el informe especifica: "Los actores pol铆ticos compiten por ser elegidos como representantes y ocupar cargos p煤blicos. En este sentido, podemos ver a los pol铆ticos como competidores por hacerse de la representaci贸n popular. Sin embargo, el mercado electoral es lo que se denomina un mercado poco competitivo, lo que se origina en los altos costos de entrada que tiene.
La actividad pol铆tica es costosa de financiar, por lo que la opci贸n de formar parte de ella no est谩 al alcance de todos, lo que restringe la competencia real dentro del mercado. Cuando esto sucede, surge la posibilidad de pr谩cticas corruptas por las que los dineros del tr谩fico de drogas financian la actividad pol铆tica".
Un cap铆tulo especial del informe, est谩 dedicado a las vulnerabilidades sociales a partir del narcotr谩fico, con especial destaque en la pobreza y el g茅nero.
"Las mujeres en prisi贸n por delitos relacionados con drogas comparten un perfil sociodemogr谩fico: j贸venes, pobres, madres solteras y jefas de hogar, con nivel educativo bajo y responsables del cuidado de personas dependientes", se帽ala el informe del PNUD.
El caso de Uruguay y las mujeres
"En Uruguay las tendencias regulatorias han seguido la trayectoria mundial", de acuerdo a los se帽alado por los autortes Queirolo y Repetto en 2020.
"Desde la ley de seguridad ciudadana de 1995", destaca el informe, "pasando por la ley de procedimiento policial de 2008, el aumento de penas para los delitos de estupefacientes vinculados con la pasta base y la coca铆na fumables durante el gobierno de Jos茅 Mujica, hasta llegar a la ley de urgente consideraci贸n (LUC) en 2020, se verifica la tendencia de recrudecimiento de las penas.
En particular, la LUC establece penas de entre 4 y 15 a帽os de prisi贸n para algunos delitos de estupefacientes, por ejemplo, cuando el suministro ocurre dentro o en las inmediaciones de un establecimiento penitenciario, e incluye como agravante que la comercializaci贸n de drogas se realice en el hogar.
El resultado de esta tendencia es un aumento de las personas en establecimientos penitenciarios".
Se se帽ala que, si bien las mujeres tienen una participaci贸n en el delito bastante menor a los hombres, 煤ltimamente la poblaci贸n carcelaria femenina ha aumentado m谩s aceleradamente que la masculina.
"En mayo de 2006 hab铆a 6.185 hombres y 370 mujeres privados de libertad, mientras que en 2020 aumentaron a 12.234 hombres y 805 mujeres privadas de libertad, de acuerdo a datos aportados por el Comisionado Parlamentario Penitenciario.
Imagen: adhocFOTOS/Santiago Mazzarovich