El Equipo Itinerante de Terapia Intensiva creado por el ministerio de Salud bonaerense llegó a la 10° misión en el hospital regional de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, donde permanecerá durante 30 días para transmitir su experiencia y contribuir a mejorar la toma de decisiones al pie de cama de pacientes graves con coronavirus y evitar la saturación de las plazas críticas. Desde el inicio de la pandemia el manejo de los pacientes más graves afectados por una enfermedad pandémica que requería, en muchos casos, asistencia respiratoria mecánica mostró la saturación de los servicios hospitalarios en varios países del mundo.
Para prevenir esa dramática situación, entre las medidas que tomó el gobierno bonaerense, se destaca la creación de un Equipo Itinerante de Terapia Intensiva compuesto por médicas/os, enfermeras/os y kinesiólogos/as especializados en terapia intensiva, listo para trasladarse adonde la situación se torne más acuciante.
Luis Cantaluppi, coordinador del Equipo Itinerante de Terapia Intensiva del ministerio de Salud bonaerense detalló que “este grupo que conformamos tiene mucha fluidez de trabajo y coordinación, por lo tanto, es muy eficiente a la hora de trabajar. La experiencia capitalizada y acumulada durante el pico de la pandemia en el AMBA nos permite colaborar de forma solidaria con otras provincias”.
Hasta ahora, el Equipo Itinerante concurrió a diez establecimientos, ocho bonaerenses y dos de otras provincias. En los momentos más críticos prestó colaboración con los hospitales Magdalena V. de Martínez de Pacheco, San Martín de La Plata, Mi Pueblo de Florencio Varela, Balestrini de la Matanza, Virgen del Carmen de Zárate, Narciso López de Lanús, Evita de Lanús y en el hospital modular de Mar del Plata.
Ayuda a otras provincias
Hacia fines de agosto, el 70 por ciento de las camas de terapia intensiva en la región del AMBA estaban ocupadas. Hoy, en cambio, la ocupación es del 56 por ciento. Tras la sostenida disminución de casos en el área metropolitana (AMBA), que ya cursa la décima semana consecutiva de descenso, el Equipo Itinerante bonaerense pudo compartir experiencias y conocimiento con profesionales de otras provincias.
El 3 de noviembre llegó la primera misión al hospital neuquino de Zapala, donde se pudieron poner operativas ocho camas de UTI (Unidad de Terapia Intensiva) en el área de clínica médica.
El equipo acudió, también, al hospital Regional de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, donde aún continúa con el trabajo. Allí, con el aporte de un coordinador médico, tres médicos/as intensivistas, dos kinesiólogos/as de terapia y seis enfermeros/as se pusieron operativas nueve camas de terapia intensiva.
Desde la dirección provincial de Hospitales explicaron que “lo primero que hacen los/as integrantes del equipo es mantener una reunión de articulación con la dirección del hospital al que acude para analizar la capacidad operativa de cada establecimiento, luego evalúan la posibilidad de ampliar o liberar camas de terapia intensiva a través de la estabilización de pacientes, para poder pasarlos/as a cuidados intermedios”.
De esta manera, se trata de implementar el modelo bonaerense de gestión de camas críticas para optimizar su uso y evitar la saturación.
Equipo remoto de monitoreo
Desde hace años, los profesionales de terapia intensiva son un recurso escaso dentro del sistema de salud en todo el país, por eso, se la considera una especialidad crítica.
Habida cuenta de esta situación estructural, desde el inicio de la pandemia, el ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires posibilitó la incorporación de recurso humano en forma constante, aunque con dificultad para conseguir especialistas.
Esa escasez estructural de recursos humanos especializados en UTI sumada a la exigencia que generó la pandemia y a los contagios entre el personal de salud produjo situaciones de agotamiento y la necesidad de reemplazar médicos/as y enfermeras/os para sostener la respuesta sanitaria.
En este marco, para mejorar la calidad de atención, se creó también la unidad de TELE-UTI remota, que permitió monitorear a distancia a los nuevos profesionales que se iban sumando a las terapias con el objetivo de, por un lado, hacer un seguimiento de pacientes críticos/as y, por el otro, facilitar y garantizar la utilización de protocolos de tratamientos unificados y realizar asesoramiento en el manejo de los casos más graves.
Asimismo, a partir de septiembre, se puso en funcionamiento un sector del CeTeC-19 (Centro de Telemedicina) que cuenta con dos médicos/as especialistas en Terapia Intensiva de adultos, quienes responden a las consultas de los médicos/as que están en contacto con los pacientes, ofrecen recomendaciones y facilitan los protocolos de actuación.
Con la incorporación de personal, equipamiento y estas dos herramientas claves, el equipo itinerante y el remoto, la Provincia de Buenos Aires pudo sortear el gran desafío de dar atención de calidad a todos los y las bonaerenses que lo necesitaran y, al mismo tiempo, acumular experiencia para transmitirla a sus colegas de otras provincias.