Ubicada en el límite entre Campana y Zárate, la granja alberga a una treintena de jóvenes en vías de recuperación del consumo de drogas. El tratamiento gira alrededor del aprendizaje de oficios, en especial la carpintería. Tenaris dona maderas recicladas que, en manos de los chicos, se convierten en mobiliario para otras instituciones de bien público.
Campana, 2 de marzo de 2018. Tenaris continúa consolidando su apoyo a Honrar la Vida, un espacio de rehabilitación en el conviven decenas de jóvenes que buscan superar su adicción a las drogas.
Honrar la Vida es una granja ubicada en el kilómetro 82,5 de la Ruta 9, partido de Campana. Abrió hace cuatro años y medio en un predio donde antes funcionaba una fábrica de lácteos. Su programa de rehabilitación tiene una duración de 25 meses y el tratamiento se basa en la reinserción social a través del trabajo.
“El trabajo es terapéutico”, señalan los encargados del establecimiento, Claudio Benítez y Danny Del Bianco, quienes han hecho de la granja una verdadera escuela de oficios que enseña, sobre todo, que es posible tener una segunda oportunidad.
Además de la cría de animales y el cultivo de una huerta, Honrar la Vida se ha destacado en la carpintería, elaborando de forma artesanal mobiliarios que son donados a entidades de bien público de la zona. Cuando Tenaris conoció el proyecto, decidió gestionar la donación de madera reciclada por sus diferentes sectores productivos, lo que facilitó el trabajo de la granja.
“Antes teníamos que ir a buscar maderas en carros a la quema o depender del regalo de algún vecino”, recuerda Del Bianco, quien aseguró que el comienzo de las donaciones de Tenaris fue una “bendición”. Con madera de sobra, Honrar la Vida pudo multiplicar su producción y fabricar mesas y sillas para comedores, hogares para vecinos sin techo y cestos de basura que, próximamente, se instalarán en todas las plazas de la ciudad.
En los últimos meses, con el aporte herramental de Tenaris, optimizaron sus propias instalaciones armando cercos, pérgolas, paseos y hasta el deck de una pileta. “Además, con la leña cocinamos y calentamos el agua para bañarnos. Para nosotros la madera es fundamental”, añade Benítez.
“Llegué mal, con una familia destruida a causa del consumo. Pero Honrar me abrió sus puertas y pude cambiar un montón de actitudes. Aprendí a desenvolverme, a trabajar. Hoy, si me mandan a hacer un parque o cuidar animales, sé que lo puedo hacer”, contó Elvio Trochi, uno de los jóvenes en vías de recuperación.
“Honrar la Vida me ayudó mucho. Acá me reencontré conmigo mismo y me di cuenta que sirvo para muchas cosas. Me doy maña para todo”, expresó Albert Santa Cruz, otro de los hábiles carpinteros.
La granja cuenta asimismo con el acompañamiento del Municipio de Campana a través de la Secretaría de Hábitat y Asuntos Institucionales, a cargo de Javier Contreras. “La institución puede ahora disponer de un montón de materiales que hace un año no tenían. Esto representa un salto de calidad”, subrayó el funcionario, que desde hace tiempo aunó esfuerzos con los directivos de Honrar la Vida para, por ejemplo, lograr que sean reconocidos como entidad de bien público.
Por su parte, el gerente de Desarrollo Social de Tenaris, Luis Grieco, resaltó la cultura del trabajo fomentada en la granja. “Estos chicos - explicó - encarnan historias de superación personal. Han elegido cambiar y están poniendo todo de sí para lograrlo, como cada uno de nosotros lo hace en su hogar y lugar de trabajo. El orden, el compromiso y el respeto que transmiten es para admirar”.
“En Tenaris creemos y compartimos estos valores. Y cuando David Dondena, Gerente de Servicios Industriales, nos habló de Honrar la Vida, quisimos enseguida saber cómo podíamos dar una mano”, aseguró.
De hecho, tanto Dondena como Contreras fueron declarados padrinos de Honrar la Vida. Un lugar donde si se quiere, se puede.