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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Las historias de la region Zarateña en este libro


COLECCIÓN HISTORIA URBANA Y
PATRIMONIO DE  ZÁRATE

Coordinación Arq. Silvia Irene Baccino



Parajes y Vecindades Rurales


Silvia Irene Baccino – Sergio Daniel Robles



EDITADO CON EL AUSPICIO DE LA
ASOCIACIÓN AMIGOS DEL MUSEO DE ZÁRATE
QUINTA JOVITA
PRÓLOGO


Hace tiempo ya que la Historia ha dejado de lado los rígidos postulados de una simple enumeración de hechos protagonizados por grandes hombres, -muy contadas veces por mujeres-, representantes de los más elevados cargos políticos; dueños de inmensas fortunas y biografías plagadas de hechos trascendentes. El abandono de semejante encorsetamiento de la labor del historiador, ahora preocupado por procesos históricos protagonizados por individuos y colectivos humanos antes ignorados o desatendidos, no implicó sólo prestar atención a otros sujetos sociales. Si los pequeños campesinos, los pulperos, los gauchos y trabajadores urbanos y rurales debían pasar de ser meros decorados de la historiografía nacional a ser los focos de atención de los investigadores, también los escenarios geográficos se pensaron de manera diferente. Las grandes urbes dejaron de pensarse como centros civilizatorios y progresistas, y las zonas periféricas a las ciudades empezaron a recuperar la importancia que merecidamente debían tener en las explicaciones del pasado.
Si la región es, más que una perfecta delimitación en el mapa, una hipótesis a confirmar[1];  los espacios urbano y rural, así como la relación entre las ciudades y pueblos de la campaña bonaerense con una vastísima zona de influencia en un mapa que muchas veces no respetaba jurisdicciones políticas ni fronteras culturales, cobra valor estratégico a la hora de explicar el pasado de nuestras ciudades. Así, el trabajo de Sergio Robles y Silvia Baccino se nos sugiere como un ejercicio necesario en dos sentidos.
En primer término, porque implica un rescate y ordenamiento de información escrita y oral que se hubiera perdido en el tiempo y la memoria. Testimonios coloniales son completados con valiosas miradas de actores históricos del tiempo presente. Así, en lo que constituye el segundo aporte de este trabajo, la síntesis histórica sugerida nos permite ver en una perspectiva de larga duración, procesos de cambio geográfico, económico y social en un contexto microanalítico[2]: un “paraje”, un “poblado” son mucho más que un simple asentamiento humano. Hunden su existencia en relaciones económicas, sociales y políticas de muy larga data.
Por ello, el texto se constituye en una valiosa contribución como recurso didáctico, y fundamentalmente como ejercicio de investigación y compromiso del historiador con la memoria histórica de su entorno más inmediato, algo que los autores hace tiempo han asumido con vocación y esmero.

Oscar José Trujillo
  
INTRODUCCIÓN

El Patrimonio Cultural, como resultado de la construcción social de una comunidad, es  un proceso dinámico y en permanente evolución. A partir de las últimas décadas del Siglo XX, el interés por la historia referida a los acontecimientos cotidianos, a las representaciones populares y a la temática de la identidad, fue dando protagonismo paulatinamente a poblados, parajes y vecindades históricas. Así, en 1975, la Carta de Europa y la Declaración de Rothemburg destacaron la necesidad de proteger a esas comunidades.

Nuestro país se sumó, un tiempo después, a esta tendencia al descubrir que existen poblaciones más allá de los grandes ciudades, de las rutas nacionales y provinciales más transitadas, de las redes económicas y de los circuitos turísticos tradicionales que muestran sus obras monumentales. A pesar de su menor visibilidad, esas poblaciones se caracterizan por la belleza casi original de los paisajes que han sabido recrear y mantener, por la sencillez de su arquitectura y por la calidez de su gente.

El Partido de Zárate, creado en 1854, cuenta con  una serie de parajes y vecindades rurales que, en diferentes momentos del pasado surgieron, a veces, con una identidad difusa e imprecisa y en otras ocasiones, como referencia que se ha mantenido inalterable con los siglos. Sea en un caso o en otro, con el devenir histórico, estos sitios han ido logrando especificidad a través de la construcción social que los hombres realizaron y realizan sobre el espacio geográfico, en una tarea dinámica, de transformación permanente.

En algunos casos, la presencia humana ha derivado en vecindades dinámicas, que luego desaparecieron, como el caso de Las Palmas, perviviendo el paraje; en otros, permanecen y reafirman su identidad, lenta pero progresivamente, como Escalada.

En el presente trabajo hemos querido recuperar la historia de estos parajes y vecindades rurales iniciando el recorrido con la Pesquería, identificado en sus orígenes con una mayor extensión, que comprendía el más tarde Rincón de Zárate; luego continuamos con Escalada -surgida del seno de la primera-  que actualmente experimenta un notable crecimiento, para continuar por el camino que nos lleva al Tatú, el Bagual y Puente Castex, sitios eminentemente rurales pero con profundas raíces históricas desde los tiempos hispánicos. Finalmente, pasamos al antiguo camino de la costa del Paraná, donde incluimos los parajes de Las Palmas, que tuvo una importante presencia urbana a principio del siglo XX, y Atucha, que remite a una rica familia de terratenientes establecidos durante el siglo XIX, con los que termina nuestro relato.

Todos ellos son asentamientos poblacionales caracterizados por una estructura física proveniente del pasado cuya importancia ha variado a lo largo del tiempo pero que han sabido mantener aquellos rasgos identitarios que los caracterizan como son los ejemplos significativos de arquitectura popular y las tradiciones locales auténticas.

A lo largo de su evolución estas comunidades han mantenido la armonía entre el paisaje natural y el cultural. Esta integración, el haber perdurado los tipos arquitectónicos de fines de siglo XIX y primeras décadas del XX, la paulatina incorporación de nuevos elementos y la unidad del conjunto hacen de ellas un ejemplo relevante de las poblaciones pampeanas en el que conviven con naturalidad el presente y el pasado.

El tiempo fue moldeando estos parajes y vecindades con espíritu propio, conservando muchas tradiciones y particularidades de las zonas rurales bonaerenses y adoptando sólo lo fundamental del progreso. Si bien el patrimonio construido no contó con una producción arquitectónica de gran nivel, la arquitectura doméstica originó conjuntos homogéneos y sitios agradables que forman parte de la memoria colectiva de cada uno de ellos.

Con los valores señalados, cada una de estos parajes y vecindades del Partido de Zárate  afrontan el desafío del Siglo XXI, que exigirá el máximo compromiso de autoridades, comunidad y técnicos para que puedan crecer armónicamente sin destruir sus respectivos  patrimonios tangibles e intangibles, dado  que los mismos constituyen los elementos de continuidad entre el pasado y el futuro y tienen que ver, fundamentalmente, con valores culturales e históricos que se desea comunicar a las futuras generaciones.

Silvia Irene Baccino
Sergio Daniel Robles
Todo en la presentación en el Club Argentino por nuestro canal Isla Sola TV Online
http://youtu.be/Gbnu7OX2CFk



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