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sábado, 24 de junio de 2017

LA NUEVA MADURESCENCIA.



SI miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene entre cincuenta y setenta años:
A este grupo pertenecen una generación que ha echado fuera del idioma la palabra "envejecer", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales la posibilidad de hacerlo.

Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del S. XX para dar identidad a una masa de niños desbordados, en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse.
Este nuevo grupo humano que hoy ronda los cincuenra, sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria.

Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura latinoamericana le dio durante décadas al concepto del trabajo. Lejos de las tristes oficinas, muchos de ellos buscaron y encontraron hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganan la vida con eso. Supuestamente debe ser por esto que se sienten plenos; algunos ni sueñan con jubilarse. Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro. Disfrutan el ocio, porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale mirar el mar con la mente vacía o ver volar una paloma desde el 5º piso del departamento.
Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Ella trae décadas de experiencia de hacer su voluntad, cuando sus madres habían sido educadas a obedecer y ahora pueden ocupar lugares en la sociedad que sus madres ni habrían soñado en ocupar.

Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido exclusivamente masculinas, algunas estudiaron una carrera universitaria junto con la de sus hijos, otras eligieron tener hijos a temprana edad, fueron periodistas, atletas o crearon su propio "YO, S.A.". Este tipo de mujeres nacidas en los 50s o 60s. no son ni por equivocación las clásicas "suegras" que quieren que los hij/as les estén llamando todos los días, porque ellas tienen su propia vida y ya no viven a través de la vida de los hijos. Su camino no ha sido fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente.

Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de "cincuenta, sesenta o setenta"", hombres y mujeres, maneja la compu como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escriben, y se ven, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos y les escriben un e-mail con sus ideas y vivencias.

Por lo general están satisfechos de su estado civil y si no lo están, no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. A diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, a lo sumo… y a otra cosa.

La gente mayor comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo…

Ellos, los varones no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los que lucen un traje Armani, ni ellas, las mujeres, sueñan con tener la figura tuneada de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.

Hoy la gente de 50 60 o 70, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben. La gente de 50, 60 y 70 de hoy celebra el Sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo…hacen planes con su propia vida, no con la de los demás. Quizás por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los del siglo XXI.

Nota: Por favor, no te lo guardes, pásalo, se que tienes juventud acumulada, no importa si son 50, 60 s 70 s y más .........LA NUEVA MADURESCENCIA.

SI miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene entre cincuenta y setenta años:
A este grupo pertenecen una generación que ha echado fuera del idioma la palabra "envejecer", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales la posibilidad de hacerlo.

Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del S. XX para dar identidad a una masa de niños desbordados, en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse.
Este nuevo grupo humano que hoy ronda los cincuenra, sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria.

Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura latinoamericana le dio durante décadas al concepto del trabajo. Lejos de las tristes oficinas, muchos de ellos buscaron y encontraron hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganan la vida con eso. Supuestamente debe ser por esto que se sienten plenos; algunos ni sueñan con jubilarse. Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro. Disfrutan el ocio, porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale mirar el mar con la mente vacía o ver volar una paloma desde el 5º piso del departamento.
Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Ella trae décadas de experiencia de hacer su voluntad, cuando sus madres habían sido educadas a obedecer y ahora pueden ocupar lugares en la sociedad que sus madres ni habrían soñado en ocupar.

Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido exclusivamente masculinas, algunas estudiaron una carrera universitaria junto con la de sus hijos, otras eligieron tener hijos a temprana edad, fueron periodistas, atletas o crearon su propio "YO, S.A.". Este tipo de mujeres nacidas en los 50s o 60s. no son ni por equivocación las clásicas "suegras" que quieren que los hij/as les estén llamando todos los días, porque ellas tienen su propia vida y ya no viven a través de la vida de los hijos. Su camino no ha sido fácil y todavía lo van diseñando cotidianamente.

Pero algunas cosas ya pueden darse por sabidas, por ejemplo que no son personas detenidas en el tiempo; la gente de "cincuenta, sesenta o setenta"", hombres y mujeres, maneja la compu como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escriben, y se ven, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos y les escriben un e-mail con sus ideas y vivencias.

Por lo general están satisfechos de su estado civil y si no lo están, no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto sentimental. A diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, a lo sumo… y a otra cosa.

La gente mayor comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo…

Ellos, los varones no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los que lucen un traje Armani, ni ellas, las mujeres, sueñan con tener la figura tuneada de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.

Hoy la gente de 50 60 o 70, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, porque la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben. La gente de 50, 60 y 70 de hoy celebra el Sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo…hacen planes con su propia vida, no con la de los demás. Quizás por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los del siglo XXI.

Nota: Por favor, no te lo guardes, pásalo, se que tienes juventud acumulada, no importa si son 50, 60 s 70 s y más .........

jueves, 8 de junio de 2017

El homo sapiens envejece 100.000 años

Laurence COUSTAL
El paleo-amtropólogo francés Jean-Jacques Hublin (d) y y Abdeluahed Ben-Nacer del Instituo Nacional de Aqrueología y Ptrimonio de Marruecos posan con un cráneo de Homo Sapiens descubierto en ese país, el 6 de junio de 2017 (AFP | PATRICK KOVARIK)
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El homo sapiens, nuestra especie, no data de 200.000 años como se creía hasta ahora sino de 300.000, según los restos hallados en Marruecos de unos individuos extremadamente parecidos al hombre actual.

"Este descubrimiento representa el origen de nuestra especie, se trata del homo sapiens más viejo jamás hallado en África y en cualquier otro lugar", explicó Jean-Jacques Hublin, coautor de la investigación y director del departamento de Evolución Humana del Instituto Max Planck de Leipzig, en Alemania.

"El nido de restos humanos", hallado en excelente estado de conservación durante unas excavaciones iniciadas en 2004 en el sitio de Jbel Irhoud, en el noroeste de Marruecos, contenía los restos de al menos cinco individuos: tres adultos, un adolescente y un niño.

Los investigadores descubrieron que "la cara de uno de estos primeros homo sapiens es la de cualquiera con el que podríamos cruzarnos en el metro", afirmó Hublin, cuya investigación fue publicada este miércoles en la revista Nature junto a otro estudio que apunta en la misma dirección.

Su cráneo, no obstante, es bastante diferente del del hombre actual. "Todavía hay una larga evolución por delante antes de llegar a una morfología moderna", precisó este profesor.

La datación de estos restos fue obtenida por Daniel Richter, experto del Instituto de Leipzig, a través de la termoluminiscencia, una técnica muy común utilizada desde los años 1980.

El equipo de arqueólogos halló además en ese lugar, situado a unos 400 km al sur de Rabat, restos inestimables, como una mandíbula, "probablemente la más bella de un homo sapiens jamás hallada en África", dijo Hublin.

Los hombres de Jebel Irhoud destronan así a Omo I y Omo II, descubiertos en Omo Kibish (Etiopía) y datados de unos 195.000 años.

También en Etiopía se habían hallado tres cráneos fosilizados datados de unos 160.000 años.

- Coexistencia con otras especies -

Estos descubrimientos realizados en la misma región habían hecho pensar que el hombre actual descendía de una población localizada en África del Este. Una teoría que con el hallazgo de Jebel Irhoud queda completamente cuestionada.

Además, los utensilios hallados en ese lugar junto a nuestros ancestros - esencialmente picos -, son típicos de lo que se conoce como la Middle Stone Age.

"Ya se habían hallado este tipo de objetos, igualmente datados de 300.000 años, en varias partes de África, pero no se sabía quién había podido fabricarlos", explicó Daniel Richter.

Ahora, los investigadores estiman que se puede asociar la presencia de los utensilios del Middle Stone Age a la del homo sapiens.

"Seguramente, antes de 300.000, antes de Jebel Irhoud, se produjo una dispersión de ancestros de nuestra especie en el conjunto del continente africano", dijo Hublin. "El conjunto de África participó en ese proceso".

Homo sapiens arcaicos, homo erectus, neandertales, etc. podrían haber coexistido no solo en regiones lejanas sino seguramente también en zonas cercanas.

"Por lo tanto, durante mucho tiempo hubo varias especies de hombres en el mundo, que se cruzaron, cohabitaron, intercambiaron genes...", explicó a la AFP el paleontropólogo Antoine Balzeau, que no participó en el hallazgo de Marruecos.

"Nos alejamos cada vez más de esta visión lineal de la evolución humana como una sucesión de especies", coincidió Hublin.

- La supervivencia ¿fruto del azar? -

Por otra parte, Balzeau advirtió contra la tendencia de creer que el homo sapiens sobrevivió al resto de las especies por ser superior. "Durante mucho tiempo, exageramos las características del homo sapiens, sobre todo las capacidades de nuestro cerebro".

Pero estudios recientes mostraron que "no había grandes diferencias en términos de valor, comportamiento o complejidad entre el homo sapiens y el neandertal". "Es frustrante, pero no sabemos por qué seguimos existiendo y los otros desaparecieron. Creemos a menudo que somos un logro evolutivo, ¡pero se debe también al factor suerte que sigamos aquí!".


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