Mostrando entradas con la etiqueta Nazi. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Nazi. Mostrar todas las entradas

martes, 15 de junio de 2021

El caso del tapiz nazi de 30 metros cuadrados y 3,5 kg de oro que lleva décadas escondido en el Louvre

 

Ningún documento aclara por qué se incorporó esta polémica obra a las colecciones del museo, ni cómo ha podido una pieza tan voluminosa mantenerse oculta. La única certeza es que nunca se ha exhibido ni se han publicado fotografías en color
USE LAHOZ 15 JUN 2021 - 00:30 GMT-3 El 10 de septiembre de 2010, en un control aduanero realizado en un tren que iba de Zúrich a Múnich, la policía alemana interceptó a un tipo que llevaba en el bolsillo más de 10.000 euros en metálico. Su nombre era Cornelius Gurlitt. Gracias a las posteriores investigaciones se descubrió que tenía escondidas alrededor de 1.500 obras de arte de finales del XIX y del XX, con firmas de la talla de Pissarro, Cézanne, Monet u Otto Dix.

 En el mundo del coleccionismo de arte, la noticia causó revuelo porque las obras provenían en gran medida de expolios y saqueos a judíos en la primera mitad del siglo XX. Se abrió un proceso de restitución de obras a familiares de las víctimas. Ahora ha visto la luz un caso similar. The Art Newspaper ha publicado la noticia de que el Museo del Louvre esconde (a su pesar) un tapiz nazi de 30 metros cuadrados que representa un águila heráldica adornada con una esvástica, además de llevar estampadas las iniciales de Adolf Hitler y una cita de Mein Kampf: “Quien quiera vivir debe luchar”. La continuación de la proclama hitleriana no está entretejida en el tapiz, pero dice que aquellos que no luchan “no tienen derecho a existir”.

 El tapiz de lana y seda está tejido con hilos de oro que suman 3,5 kilos de peso. The Art Newspaper se pregunta dónde pudieron los nazis haber encontrado semejante cantidad, ya que ningún documento oficial sobre el tapiz responde claramente a la cuestión. Es altamente probable que la materia prima fueran las joyas confiscadas a los judíos deportados a los campos de concentración, o incluso dientes de oro de esas víctimas. Pero también hay dudas sobre ese origen.

 La fecha de creación inscrita en la parte inferior del tapiz es 1942, año en el que los líderes nazis decretaron la Solución Final en la conferencia de Wannsee, según la cual debían exterminar a toda la población judía de Europa. La publicación también cuestiona cómo pudo incorporarse un tapiz nazi a las colecciones del Louvre, y cómo una pieza tan voluminosa ha logrado mantenerse oculta.

 Según archivos franceses y estadounidenses, la obra llegó en 1949 al punto de recogida del ejército estadounidense en Múnich, donde se recolectaban obras trasladadas durante la guerra. En principio, se especuló con que hubiera sido bordado en los talleres de los Gobelinos de París pero una investigación realizada por la comisaria Rose Valland aquel año determinó que se había confeccionado en la fábrica en Nymphenburg, a las afueras de Múnich. Las notas de Elie Doubinsky, representante francés en el punto de recogida, certificaban que los 3,5 kilos de oro contenidos en el tapiz habían sido proporcionados por el Partido Nazi. 

Una vez evidenciada la conexión con la fábrica de Nymphenburg, se determinó que “Francia no tenía derechos sobre esta obra”, pero aun así el gerente del punto de recogida, el estadounidense Stefan Munsing, ordenó que el tapiz fuera enviado a Francia. De esta forma llegó a París el 9 de junio de 1949, para ser poco tiempo después confiado al Louvre. Cornelius Gurlitt, en Múnich, Alemania, en noviembre de 2013. Fue detenido en 2010 en un tren por la policía alemana. Llevaba encima 10.000 euros y tenía escondidas alrededor de 1.500 obras de arte de finales del XIX y del XX. Cornelius Gurlitt, en Múnich, Alemania, en noviembre de 2013. 

Fue detenido en 2010 en un tren por la policía alemana. Llevaba encima 10.000 euros y tenía escondidas alrededor de 1.500 obras de arte de finales del XIX y del XX.GORAN GAJANIN / ACTION PRESS /PA Está claro que el tapiz no pertenece al Louvre, aunque fue depositado allí como parte del programa de Musées Nationaux Recuperation (Museos Nacionales Recuperación), que acumula unas 2.000 obras recuperadas en Alemania en 1945. Se trata de objetos supuestamente procedentes de Francia cuyos propietarios no regresaron de la guerra. Por tanto, la pieza no procede de Francia pero forma parte del MNR. 

Estas obras deben ser accesibles al público, lo que “excluye la conservación prolongada”. En este caso, sin embargo, nunca se ha exhibido y no se han publicado fotografías en color. Contactado por ICON Design, el Louvre no ha dado respuesta. El Ministerio de Cultura mantiene silencio al respecto. Hasta el mes pasado se describía en los registros del MNR como “probablemente saqueado”, pero cinco días después de las consultas del periódico londinense la etiqueta cambió a “no saqueado”, ya que el tapiz en sí (enviado a Francia, aunque no creado en Francia), no ha sido víctima de saqueo o de venta forzosa. Hermann Goering y Adolf Hitler examinan una pintura en lo que probablemente sea la exposición 'Entartete Kunst' ('Arte degenerado') realizada por el partido nazi con la intención de ilustrar que muchos artistas eran indignos de la "raza superior". 

Hermann Goering y Adolf Hitler examinan una pintura en lo que probablemente sea la exposición 'Entartete Kunst' ('Arte degenerado') realizada por el partido nazi con la intención de ilustrar que muchos artistas eran indignos de la "raza superior".LIBRARY OF CONGRESS En cualquier caso nos encontramos ante una pieza que nadie quiere y sobre la que planea la duda de si debe ser preservada. The Art Newspaper se pregunta si es el Louvre el depositario apropiado, siendo quizás un museo histórico su mejor albergue. En esa línea, el Deutsches Historisches Museum de Berlín sería su hogar natural, ya que contiene una colección considerable de objetos nazis y tiene el conocimiento para almacenar y exhibir con sensibilidad dichos artículos en condiciones adecuadas. 

 “Los campos de concentración hoy en día son museos, y está bien que así sea porque son importantísimos para comprobar lo abominable que fue el holocausto, y nos sirven para entenderlo y para evitar que suceda de nuevo”, explica el historiador Daniel Gutiérrez Ardila, formado en París. “Si con la desaparición del tapiz se pudiera restituir el destino trágico de las víctimas me parecería genial destruirlo, pero con la destrucción no cambiamos el destino”. Gran cantidad de las obras recuperadas de Gurlitt se han comisariado en varias exposiciones. 

 El historiador opina que “este tapiz es un documento que puede servir para ayudar a comprender cómo se llegó a un proyecto político detestable, dictatorial, basado en la fuerza, y da una idea clara de lo que hicieron. No creo que deba exponerse en un museo como el Louvre. La ideología que muestra no permite verlo como arte, está manchado, por supuesto, pero sí que debería exponerse en un museo de historia conservando esa función pedagógica”.

 Resulta difícil que el tapiz pueda exponerse, básicamente por cómo glorifica a Hitler, pero también por su enorme tamaño. Según The Art Newspaper, en caso de destruirse y de recuperarse el oro, este ahora valdría alrededor de 200.000 euros. Ya aseguró en 1949 Munsing, aquel funcionario estadounidense, que el tapiz “carece de valor artístico”, su “único valor está compuesto por el hilo de oro”. El Ministerio de Cultura francés responde que “obviamente, no se trata de destruirlo”, ya que el tapiz representa “un elemento de la historia”.

domingo, 9 de mayo de 2021

Hallan pistas de un tesoro nazi: 48 cofres enterrados con oro de Hitler valuado en 700 millones de dólares

 

El botín escondido por el nazismo estaría en un palacio usado como burdel durante la Segunda Guerra Mundial.
03/05/2021 19:03 Clarín.comInternacional Actualizado al 03/05/2021 19:03 Cazadores de tesoros creen haber encontrado el escondite de 10 toneladas de oro pertenecientes a Adolf Hitler valoradas en casi 700 millones de dólares. Por eso están listos realizar excavaciones en un palacio utilizado como burdel por el nazismo hacia el final de la Segunda Guerra Mundial. Después de analizar una serie de cartas de oficiales de la SS, los investigadores de la fundación polaco-alemana Silesian Bridge descubrieron indicios de 48 cajas con oro y joyas. 

 Y después de atar cabos, afirman que estaría oculto en un palacio del siglo XVIII, ubicado en el pueblo de Minkowskie, al sur de Polonia. De acuerdo a los documentos, revelaron los investigadores a Daily Mail, los objetos fueron robados a fines del conflicto bélico por orden de Heinrich Himmler, jefe de las SS. Al parecer, ante el avance del Ejército Rojo en 1945, las tropas del nazismo debieron improvisar para resguardar los objetos de la élite y del Banco Central de Alemania de la época, amplía el periódico británico. La pista del oficial y su amante El equipo de cazadores de tesoros descubrió una carta de un oficial llamado Von Stein a una de las chicas del establecimiento llamada Inge. En el papel le daba instrucciones a su amante para que lo ayude a "cumplir con la misión" de ocultar la reserva de oro. "Algunos transportes tuvieron éxito. Los 48 cofres pesados restantes del Reichsbank y todos los cofres familiares se los encomiendo por la presente. 

Solo usted sabe dónde se encuentran. Que Dios te ayude y me ayude a cumplir mi misión", especificaba el mensaje. Los expertos dan por sentado que Inge fue la persona designada por el oficial nazi para vigilar el escondite, desde dentro del prostíbulo.  Clarín.comInternacional Actualizado al 03/05/2021 19:03 Cazadores de tesoros creen haber encontrado el escondite de 10 toneladas de oro pertenecientes a Adolf Hitler valoradas en casi 700 millones de dólares. Por eso están listos realizar excavaciones en un palacio utilizado como burdel por el nazismo hacia el final de la Segunda Guerra Mundial. Después de analizar una serie de cartas de oficiales de la SS, los investigadores de la fundación polaco-alemana Silesian Bridge descubrieron indicios de 48 cajas con oro y joyas. 

 Y después de atar cabos, afirman que estaría oculto en un palacio del siglo XVIII, ubicado en el pueblo de Minkowskie, al sur de Polonia. Una carta de un oficial superior de las SS llamado von Stein a una de las chicas (izquierda) y un diario escrito por otro nazi. Foto: Fundación Silesian Bridge Una carta de un oficial superior de las SS llamado von Stein a una de las chicas (izquierda) y un diario escrito por otro nazi. Foto: Fundación Silesian Bridge De acuerdo a los documentos, revelaron los investigadores a Daily Mail, los objetos fueron robados a fines del conflicto bélico por orden de Heinrich Himmler, jefe de las SS. Las 10 toneladas de oro joyas apropiadas por Adolf Hitler estarían en Polonia. Las 10 toneladas de oro joyas apropiadas por Adolf Hitler estarían en Polonia.

 Al parecer, ante el avance del Ejército Rojo en 1945, las tropas del nazismo debieron improvisar para resguardar los objetos de la élite y del Banco Central de Alemania de la época, amplía el periódico británico. La pista del oficial y su amante El equipo de cazadores de tesoros descubrió una carta de un oficial llamado Von Stein a una de las chicas del establecimiento llamada Inge. En el papel le daba instrucciones a su amante para que lo ayude a "cumplir con la misión" de ocultar la reserva de oro. El palacio usado como burdel durante la Segunda Guerra Mundial. F

 "Algunos transportes tuvieron éxito. Los 48 cofres pesados restantes del Reichsbank y todos los cofres familiares se los encomiendo por la presente. Solo usted sabe dónde se encuentran. Que Dios te ayude y me ayude a cumplir mi misión", especificaba el mensaje. Los expertos dan por sentado que Inge fue la persona designada por el oficial nazi para vigilar el escondite, desde dentro del prostíbulo. El tesoro nazi fue robado por orden del jefe de las SS Heinrich Himmler.

 El tesoro nazi fue robado por orden del jefe de las SS Heinrich Himmler. "Ella creía que tendría que quedarse allí durante un año, tal vez dos. Nadie imaginaba entonces que la región quedaría bajo el control de la Unión Soviética", comentó Roman Furmaniak, el director de la fundación del Silesian Bridge.La paciente investigación revela además que durante un período de dos meses, allá por 1945 la mujer tuvo que esconderse en el bosque. Al tiempo regresó, "pero la zona no había sido alterada". También explican que tras la derrota de la Alemania de Hitler, Inge cambió su apariencia e identidad. Se casó con un hombre local con el objetivo se continuar cerca del lugar y cuidar el tesoro hasta su muerte, 60 años más tarde.

jueves, 22 de junio de 2017

El insólito encuentro con el dueño del mayor tesoro nazi de la Argentina


La Policía Federal encontró 75 presuntas piezas históricas del Tercer Reich en la casa del anticuario Carlos Olivares, que en 2012 fue anunciado por un diario como un supuesto hermano de Marley. El limbo legal que lo beneficia, la defensa de su hermano y su huida ante la llegada de Infobae

Por Federico Fahsbender 22 de junio de 2017
ffahsbender@infobae.com
Carlos Olivares, en su perfil de Facebook.
Carlos Olivares, en su perfil de Facebook.
"No, ¡yo no soy Carlos Olivares!", dijo Carlos Olivares, vestido en un buzo rojo, un poco aterrado, con sus ojos celestes temblorosos como los de un conejo cuando Infobae lo encontró esta tarde en la entrada de El Ático, el local de antigüedades y decoración que controla junto a su hermano Aníbal en Olivos, en la galería ubicada en el puente de la estación Maipú del Tren de la Costa. "Carlos está en el juzgado", dice Aníbal, sentado justo a su lado, horas después del horario de cierre judicial. Olivares, luego de negar ser quien es, dio media vuelta para entrar en su local con su vitrina decorada con varios penes de mármol. Segundos después, se escapó.

El hombre de 55 años, anticuario hace tres décadas, tomaba una cerveza con maníes en paz junto a su hermano. No es su primer roce con la notoriedad. El diario Perfil lo presentó en 2012 como el supuesto hermano de Marley, algo que el conductor y Olivares negaron enfáticamente. El anticuario no parecía paranoico, perseguido. Su nombre ya era conocido en todo el país. Hace dos semanas, la Policía Federal allanó su casa sobre la avenida Centenario en Beccar. Detrás de una biblioteca, Olivares escondía el mayor tesoro de artefactos nazis de la historia argentina.

Medalla presuntamente del Ministerio de Agricultura nazi: reza “sangre y suelo”.

Medalla presuntamente del Ministerio de Agricultura nazi: reza “sangre y suelo”.

Condecoración de la Cruz de Hierro, 1939 (Nicolás Stulberg)
Condecoración de la Cruz de Hierro, 1939 (Nicolás Stulberg)
Busto de Adolf Hitler y figurines de la SS.
Busto de Adolf Hitler y figurines de la SS.
Una cosa había llevado a la otra. La división Protección de Patrimonio Cultural de la PFA, parte de Interpol y conducida por el comisario inspector Marcelo El Haibe, había obtenido el dato de que Olivares vendería en su local antiguas campanas chinas de bronce de un período histórico a determinar, objetos fuertemente protegidos por la legislación del Partido Comunista en Beijing. Una decena de hombres de la división subieron las escaleras mecánicas de la galería del puente Maipú bajo las órdenes de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado. No solo encontraron siete campanas chinas: había dos amonites fosilizados, moluscos similares a caracoles de la era mesozoica, engarzados en metal, a la vista de cualquiera que entrase.

La Policía Federal luego fue a la casa de Olivares sobre la avenida Centenario; el anticuario no estuvo allí para ver el allanamiento. Detrás de una biblioteca blanca sin libros había una puerta; la colección nazi de Olivares estaba detrás de esa puerta en una sala especial, prolijamente montada en estantes y vitrinas.

Era por lo menos diversa: había cuatro bustos de Adolf Hitler, estatuillas de soldados de la SS, una impactante águila imperial en un pedestal de mármol, instrumentos de medición, pequeñas pistolas similares a las Walther usadas por el Tercer Reich, una daga con la leyenda "waidmanns' heil!", o "¡salve el cazador!", con una esvástica y un mango de asta de ciervo.

La colección privada del anticuario, por otra parte, contaba con objetos de arenas mucho más antiguas y simbologías mucho menos reprochables: entre las esvásticas plateadas había al menos una decena de animales momificados del antiguo Egipto, provenientes de la necrópolis de la ciudad de Buto, ubicada a 95 kilómetros de Alejandría y consagrada al culto de la diosa buitre Wadjet, de acuerdo a las cédulas de bronce ubicadas bajo las pequeñas momias.

Las momias de animales encontradas en el cuarto secreto de Olivares.
Las momias de animales encontradas en el cuarto secreto de Olivares.
Los animales databan del período ptolemaico, hacia el fin de la civilización egipcia. Había, por ejemplo, un pequeño halcón, un buitre, el animal totémico de la diosa, un gato del desierto. La Policía Federal encontró otros objetos más juguetones, por así decirlo: entre las vitrinas se escondían copas de libación ilustradas con dioses con cabezas de cocodrilos y largos penes erectos, que databan, otra vez según las cédulas, de la dinastía XXI, que comenzó tras la muerte del undécimo faraón Ramsés.

"¿Qué, de qué imputan? ¡Solo por lo paleontológico!", dice Oliveras, todavía asustado en la puerta de su local. Su punto, incómodo como suena, es válido. La causa a cargo de la jueza Arroyo Salgado corre bajo dos leyes del Código Penal.

La primera es la Ley 25.743, sancionada en 2004, que pena el tráfico de patrimonio arqueológico y paleontológico. El presunto tráfico de los amonites, de cara a esta reglamentación, constituiría un delito. Sin embargo, los artefactos nazis son parte de un limbo jurídico mucho mayor. ¿Es delito poseer más de 70 objetos que aluden al régimen más sangriento y brutal de la historia de la humanidad, objetos cargados de una simbología aberrante? La Ley 23.592 contra "actos discriminatorios" entra en juego con "prisión de un mes a tres años los que participaren en una organización o realizaren propaganda basados en ideas o teorías de superioridad de una raza".

Probar si Olivares incurrió o no en un acto propagandístico será el mayor desafío jurídico en este sentido. Por lo pronto, la DAIA anunció esta tarde que se constituirá como querellante en el expediente. La PFA, por su parte, tiene fuertes sospechas de una presunta compra y venta.

Diario Perfil, 2012: Olivares presentado como hermano de Marley.
Diario Perfil, 2012: Olivares presentado como hermano de Marley.
El entorno del anticuario, por lo pronto, no parece tener su historia en orden. "Es una colección privada", afirma su hermano Aníbal. "Son réplicas", lanza al diario Clarín su abogado defensor, Carlos Demayo, que dice esperar pericias sobre los objetos para afirmar su autenticidad. Su hermano continúa: "Bueno, las campanas chinas tienen diez años como mucho, como todo lo que tenemos acá. Y las momias egipcias son réplicas. O sea, solo hablan de lo nazi, ¡de lo egipcio, nada!". Luego se queda sin argumentos cuando oye que la PFA sometió las momias a radiografías para ver sus antiguos huesos y amuletos atados a sus cuellos bajo los vendajes. La réplica, en este caso, sería de una minuciosidad total.

De vuelta a los objetos nazis, "te insisto, es una colección privada", asevera Aníbal. "Y tipos que coleccionan estas cosas hay como 17 acá". El hermano de Olivares dice que eventualmente hablará con el periodismo "para que se retracte de todo lo que puso", que "nos tienen podridos", que "no había ninguna biblioteca tapando nada". Los objetos egipcios, por lo pronto, regresarán a El Cairo. "Todo lo egipcio que es ilegal y se encuentra acá va para Egipto", asegura una voz policial. Los objetos nazis, es altamente probable, irán al Museo del Holocausto sobre la calle Montevideo. Desde Berlín, la oficina alemana de Interpol le ofreció colaboración a la PFA.

La colección de Olivares generó una ola de rumores y especulaciones. Para voces de peso en la investigación el lote no podría venir de un solo lugar; debería haber sido acumulado a lo largo del tiempo. Otros lanzan la chance de una herencia de jerarcas nazis que pasaron por el país, como Josef Mengele o Adolf Eichmann. Algunos en el mundillo de las antigüedades, más escépticos, hablan de, bueno, réplicas. "Varias piezas, por ejemplo, los bustos de Hitler, están muy nuevas y bien cuidadas para ser originales", afirma un conocedor.

Sin embargo, hay otros objetos más intrigantes, con algunas contradicciones. Un medidor de curvaturas craneanas, instrumento de frenología, una vieja ciencia descartada que se suponía determinaba patrones de conducta, fue encontrado en el lote de Olivares. Lleva la leyenda "Amt des Rassenpolitik" o "Agencia de Política Racial" en su estuche.

Medidor de curvatura craneana: ¿real o réplica?
Medidor de curvatura craneana: ¿real o réplica?
Lo curioso es que esa agencia existió en el Tercer Reich, pero no se nombraba de la forma escrita en el estuche. Se lo intentó atribuir a Mengele, aunque el infame torturador no fue parte de la Rassenpolitik, dedicada a experimentos para mantener la eugenesia aria mediante reproducción selectiva. Hay una moneda conmemorativa con la leyenda de Blut und Boden, o sangre y suelo, el credo del Ministerio de Agricultura nazi concebido por el argentino Walther Darré, nacido en Buenos Aires en 1895. Varias piezas con inscripciones del Ministerio, entre ellas una con un pavo plateado sobre mármol, son parte de las piezas incautadas. El águila imperial montada en mármol lleva en su reverso el logotipo de Carl Eickhorn, una conocida firma metalúrgica de la ciudad de Solingen, responsable de fabricar varias dagas usadas por la Luftwaffe, la fuerza aérea nazi.

Una pieza con una pequeña esfinge es la más llamativa de todas. Lleva en su chapa un agradecimiento a Wilhelm Kreis, un arquitecto del Reich que trabajó bajo las órdenes del famoso Albert Speer, el arquitecto favorito de Hitler y un confidente del Führer. Kreis, de acuerdo a la biografía de Speer escrita por Martin Kitchen, diseñó el Museo Egipcio de Berlín en 1942. Es decir, ¿quién falsificaría una dedicatoria sobre un personaje tan poco conocido?

Noticias que interesan