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miércoles, 25 de enero de 2023

Gobierno de Brasil manifiesta “respeto histórico” por Uruguay tras declaraciones de Massa

 Carlos Tapia

El ministro de Economía, Fernando Haddad, adelantó que este miércoles se hablará el tema de flexibilización del Mercosur con Luis Lacalle Pou.
Antes de la reunión que mantendrán el miércoles en Uruguay el presidente Luis Lacalle Pou y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, el ministro de Economía del país norteño, Fernando Haddad, señaló en rueda de prensa en el marco de la cumbre de la Celac que el Mercosur debe fortalecerse antes de pensar en acuerdos bilaterales de los países miembros con terceras naciones. 

 “Lo que hay que mejorar es el instrumento. El camino debe ser fortalecer el Mercosur”, sostuvo consultado por el planteo de Uruguay de flexibilizar el bloque, al tiempo que el gobierno de Lacalle Pou negocia un Tratado de Libre Comercio con China , intenta entrar en el Acuerdo Transpacífico y busca también una alianza con Turquía.

 Enviado de Estados Unidos a la Celac pidió una reunión con Lacalle Pou Luego, ante la pregunta de  vamos a hablar mañana”. El ministro de Comunicaciones de Brasil, Pablo Pimienta, también se refsi el planteo de Uruguay es viable con su permanencia en el Mercosur, se limitó a señalar: “De esosirió al tema, y consultado sobre las palabras del ministro de Economía argentino, Sergio Masa, en cuanto a que Uruguay “es el hermano menor” del Mercosur, señaló: “Argentina tiene un respeto histórico por Uruguay, y nosotros también lo tenemos. 

Argentinos y brasileños tenemos aprecio y respeto por ese país y queremos que estén junto a nosotros. Esa es la voluntad de Brasil, la voluntad de Argentina y en esa dirección queremos trabajar. Esa es la voluntad que tenemos”. Haddad y Pimienta se refirieron al planteo de flexibilización de Uruguay antes del encuentro bilateral con Lacalle Pou. 

Este fin de semana, en una entrevista con Folha de San Pablo el canciller Mauro Viera señaló que las negociaciones unilaterales con China podrían destruir el Mercosur. “Si se negocia fuera del Arancel Externo Común, destruye el arancel. Destruir el Mercosur no interesa a nadie”, dijo el ministro. E insistió: “Si negocian con tarifas diferentes, más bajas, lo que entre más barato en ese país circulará en los otros, debido a la libre circulación (de mercaderías)”

domingo, 20 de junio de 2021

Las dos reglas de política exterior que Joe Biden aplicará en América Latina y que Sergio Massa escuchó durante su visita a Washington

 El presidente de la Cámara de Diputados accedió a influyentes protagonistas vinculados a la Casa Blanca y el Capitolio que revelaron la hoja de ruta que la administración demócrata diseñó para profundizar la relación con Argentina, mantener la estabilidad institucional en la región y frenar la influencia de China en el

Por Román Lejtman Joseph Biden aplica un programa de Gobierno que lo aleja de Barack Obama, preserva cierta perspectiva diplomática de Donald Trump e intenta consolidar una agenda para América Latina que remoza la tradicional Grand Strategy de los Estados Unidos. México aparece como su principal socio regional y Alberto Fernández como un fixer por sus contactos con Bolivia, Cuba, Perú y Venezuela, si puede enderezar su estrategia geopolítica política en zigzag y la crisis interna en el Mercosur.

 El Presidente de los Estados Unidos además se muestra preocupado por la influencia de China en América Latina y la inestabilidad política de países -Colombia, Chile y Perú-, que son aliados y ahora sufren convulsiones inesperadas para Washington. Primera regla de política exterior Massa se reunió con Juan González (asesor especial de Biden para la región), Julie Chung (Departamento de Estado), Gregory Meeks (representante demócrata), Bob Menéndez (senador demócrata) y Richard Martínez (Banco Interamericano de Desarrollo), expuso en el Interamerican Dialogue (IAD) y en el Consejo de las Américas, y cenó con Bill Clinton en un legendario restaurante en Connecticut. 

 Todos los interlocutores de Massa, altos funcionarios de la Casa Blanca y de organismos multilaterales de crédito, miembros del Capitolio, think tanks y el ex presidente Clinton, mostraron su preocupación por China y su influencia geopolítica en la región. El Presidente de la Cámara de Diputados escuchó en Washington que esa influencia de Beijing está dada por las dificultades estructurales de la región y el impacto social y económico causado por la pandemia del COVID-19. A Massa le explicaron en reserva que Joseph Biden tiene un programa para detener la ofensiva de Xi Jinping y que no aceptará posiciones diplomáticas intermedias presentadas como una agenda equidistante y multilateral.

 El plan de Biden para contener a China se vincula con un informe de inteligencia que prepara el Pentágono sobre las áreas de influencia propias que Beijing intenta apropiar con su propio softpower, la decisión de sumar a Xi Jinping en la agenda del Cambio Climático y el Acuerdo de París, y la competencia por el financiamiento blando en toda América Latina. En este contexto, Massa conoció que el Senado de los Estados Unidos aprobó y remitió a la Cámara de Representantes un proyecto de ley que destina más de 170.000 millones de dólares para la investigación y el desarrollo.

 Una parte de esos fondos se usarán para capitalizar al BID y a la CAF, que tendrán la función de igualar los fondos financieros que China utiliza para colonizar a América Latina. “Mientras otros países siguen invirtiendo en su propia investigación y desarrollo, nosotros no podemos quedarnos atrás. Estados Unidos debe mantener su posición como la nación más innovadora y productiva del mundo”, señaló Biden en obvia referencia a China cuando conoció que el proyecto había recibido media sanción en la Cámara alta del Capitolio.

 La presión de Biden sobre Xi es una continuidad diplomática de la agenda geopolítica de Trump. Obama buscó un acercamiento diplomático con China -deseaba una bipolaridad amistosa y cooperativa-, pero Biden descartó esa estrategia bilateral e intenta consolidar su posición agonal respecto a Beijing. Estados Unidos considera que África es un continente a merced de China y su facilidad para construir obras de infraestructura y regalar tecnología en las comunicaciones y en la vigilancia.

 Desde esta perspectiva, Biden no quiere que este esquema de conquista territorial se repita en América Latina, y por eso desplegará ayuda bilateral y no aceptará que Huawei se quede con el control del 5G en la región. Alberto Fernández aún no descartó que Huawei pueda competir en las licitaciones del país, y la empresa china ya accedió a un contrato clave autorizado por ARSAT. Antes de fin de año, cuando ya tenga sancionada la ley para competir con China, Biden dispondrá de una partida de 1.500 millones de dólares para desarrollar tecnología 5G. 

 Una señal clarísima para Balcarce 50 y su política exterior que se mueve en permanente zigzag. Segunda regla El discurso multilateral que exhibe Alberto Fernández cuando habla con los líderes europeos -Emmanuel Macron, Ángela Merkel, Pedro Sánchez y Antonio Costa- es considerado una señal auspiciosa en la Casa Blanca. Y también se sopesa como un gesto de acercamiento las jugadas de diplomacia secreta que el presidente argentino lideró en Centroamérica a pedido de Washington, Roma y Madrid. Pero los tapones del Salón Oval saltan en llamas cuando Alberto Fernández apoya a Hamas en la ONU y se abstiene de condenar a la dictadura de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos.

 En este escenario, Biden y sus asesores para la región asumen lo peor: no se trataría sólo de una posición ideológica que remite a la Guerra Fría, sino que para ellos además es la ausencia de conocimiento de la agenda global y de los principios básicos de la diplomacia moderna. La Casa Rosada justificó su abstención en la condena contra el régimen sandinista para evitar “un nuevo empoderamiento” de Luis Almagro, secretario general de la OEA. 

Un argumento basado en un hecho geopolítico del pasado, que Massa sabía y terminó de ratificar en su viaje a DC. Biden considera que el ciclo de Almagro comienza a languidecer y que ya es momento de encontrar un nuevo secretario de la OEA que remoce el concepto de “Carrot and Stick”. La Casa Blanca transmitió este concepto a la Cancillería argentina y por eso no entendió su Ala Oeste por qué Alberto Fernández optó por privilegiar un voto de abstención que lo puso al lado de Belice y Honduras, dos países con relación cuasi inexistente con el país. Massa aterrizó en Buenos Aires con un convencimiento que ya adelantó al jefe de Estado. Washington está preocupado por la inestabilidad política de Chile, Colombia y Peru.

Y no sabe aún cómo establecer una relación confiable con Jair Bolsonaro, que ha puesto a Brasil en contra del Acuerdo de Cambio Climático de París. A través de su asesor especial Juan González, Biden sugirió que Alberto Fernández puede actuar como un fixer en América Latina. Esto significa para la mirada de los Estados Unidos que Argentina -pese a los efectos económicos del COVID-19 y su intención de refinanciar toda la deuda del FMI y el Club de París-, puede contribuir a establecer mecanismos de estabilidad institucional en la región.

 Esa opinión de la administración demócrata se basa en la cercanía que Alberto Fernández tiene con Andrés Manuel López Obrador (México), Luis Arce (Bolivia) y Pedro Castillo (Perú), y los regímenes dictatoriales encabezados por Nicolás Maduro (Venezuela), Daniel Ortega (Nicaragua) y Miguel Díaz-Canel (CUBA). Además, el Departamento de Estado computa al Mercosur como parte de la presunta influencia regional del Presidente. Se trata de un acto de voluntarismo diplomático: el bloque regional está a la deriva, y ni siquiera hay consenso para organizar una cumbre de cancilleres y de ministros de Economía. Sin embargo, Biden asesorado por González -que compartió una larga cena con Massa- ya decidió hacer una apuesta a Alberto Fernández. No se olvidó del voto a Nicaragua, ni de su posición ambivalente con la violación de los derechos humanos en Venezuela. 

Pero necesita un presidente que pueda moverse en todo el tablero regional, y Massa robusteció esa idea en todas las reuniones que protagonizó durante las 80 horas que estuvo en DC. La Casa Blanca está dispuesta a reflejar su confianza a Alberto Fernández. Ya se inició el procedimiento burocrático para coronar una visita oficial a Washington, y si no se pudiera por el COVID-19, habría un encuentro virtual con Biden. Hasta ahora, Alberto Fernández sólo habló con Biden antes que sucediera a Donald Trump. Una llamada de cortesía. 

Y nada más. El presidente detesta a Trump y aplaudió la llegada de Biden. Francisco habla muy bien del líder demócrata, y Alberto Fernández casi siempre toma la opinión del Papa como una verdad revelada. El jefe de Estado también desea una profunda relación bilateral con Washington, pero aguarda una señal diplomática que exhiba los términos de la estrategia de la Casa Blanca con la Casa Rosada. Alberto Fernández pretende colocar a la Argentina en la conducción de la Corporación Andina de Fomento (CAF), un organismo multilateral que está manejado por Colombia con el apoyo de los Estados Unidos. 

Washington no tiene voto en el directorio de la CAF, y siempre mueve detrás de bambalinas para apoyar un candidato o sacar bolilla negra. Cristian Asinelli, subsecretario de Relaciones Financieras Internacionales, es el candidato argentino para la CAF. Asinelli compite con Sergio Díaz-Granados, colombiano de nacimiento y con excelentes contactos en DC. Díaz-Granados tiene chances de derrotar a Asinelli, que hoy no cuenta con los votos de Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay y Perú. Además de los 13 bancos privados que integran el directorio de la entidad multilateral del crédito. Massa escuchó en Washington, muy cerca de la Casa Blanca, que Biden hará un gesto a favor de Alberto Fernández. Y que Asinelli jurará como titular de la CAF antes que concluya julio. “Ver para creer”, respondió un integrante del Gobierno que vive a la sombra del Presidente.

lunes, 14 de junio de 2021

Massa negocia con EEUU la donación de un número mayor de vacunas a la Argentina

 

Junto al embajador Jorge Argüello, el presidente de la Cámara de Diputados puso el acento en las vacunas en los primeros pasos de su gira por los Estados Unidos
Washington DC - ¿Cuándo llegan las vacunas y cuántas les van a dar a ustedes? Esa es la pregunta de moda en los círculos diplomáticos de Washington DC a partir del anuncio del gobierno de Joe Biden de que donará centenares de millones de vacunas a países de América Latina, África y Asia. Y en ese ambiente se desarrolla la gira de Sergio Massa por Estados Unidos, país con el que está conversando un sensible incremento de las dosis que recibirá Argentina. 

 “Va a ser más importante de lo que todos esperan, mucho más importante que los 25 millones a través del Covax”, aseguraron a Infobae fuentes al tanto del tema. Y en la semana que empieza puede haber novedades en cuanto a la aprobación en Argentina de las vacunas de Moderna y Johnson & Johnson, que forman parte del menú de donación de Estados Unidos. Pfizer sigue siendo, en cambio, un tema casi tabú, un asunto irresuelto.

 El pedido de más vacunas para la Argentina fue trasladado por el presidente de la Cámara de Diputados a Juan Sebastián González, asesor de Biden y el hombre a cargo de América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca. Lo hizo en la noche del domingo durante una reunión de más de tres horas en la terraza del Hotel W, con una envidiable vista a la sede del gobierno estadounidense y al National Mall. Junto a él, el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, que viene trabajando intensamente en el tema. 

 El rol de Argüello fue y es clave: en los últimos días se reunió con González y con Gayle Smith, coordinadora global del covid-19 en el Departamento de Estado. A ambos les planteó lo mismo, la necesidad de que la cantidad de vacunas que recibe cada país se determine por situación epidemiológica, y no por nivel de ingreso.

 Argüello parece estar teniendo éxito. Lo explicó la propia Smith días atrás: América Latina recibirá “25 millones de vacunas de un total de 80 millones, y después está (la donación de) 500 millones (...). Queremos una cobertura global, queremos ser capaces de enfocarnos en países donde la pandemia es fuerte o son considerados un ‘hot spot’, donde hay un riesgo real por la incidencia (del virus)”. 

 Que el criterio para la donación de vacunas sea sanitario y no en función del nivel de ingreso, permite a la Argentina aspirar a una llegada extra de dosis, no contemplada hasta hoy. Pero todo forma parte de una negociación global en curso, nada está cerrado aún. Mientras Argüello sigue el tema, Massa se concentra en asuntos que le son más cercanos: la política pura. 

Y en sus primeros pasos en una ciudad a la que llegó el domingo, el líder del Frente Renovador sacó ya una conclusión importante: “Hay una enorme vocación de la política de Estados Unidos para colaborar con la situación de Argentina”. Posteriormente, Massa se extendió en twitter en la importancia que le adjudica a su paso por Washington y Nueva York: 

“Tender puentes y fortalecer los lazos bilaterales es fundamental para alcanzar las soluciones que Argentina necesita en temas claves para el presente y el futuro de nuestro país”. El titular de la Cámara de Diputados ya sabe que hay una decisión de Washington de no obstaculizar los deseos de Buenos Aires de presidir el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Todo un cambio respecto del choque con el entonces presidente Donald Trump, que impuso al actual presidente del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), Mauricio Claver Carone, en detrimento de las aspiraciones de Gustavo Béliz. Así, dentro de la delegación liderada por Massa, acompañado por el experto en política internacional Gustavo Pandiani, se insiste en que el gobierno de Biden ve en la Argentina -incluso en el peronismo- un poder pragmático y moderador que podría colaborar con Washington en una América Latina convulsa y en la que Estados Unidos se quedó casi sin interlocutores en los países de relieve.

 Argentina, con todos sus problemas, es menos problemática que casi todo el resto de la región. Tras el affaire de “los mexicanos que vienen de los indios y los brasileños que vienen de la selva”, un test para esa ambición de ser actor preferente para Estados Unidos podría ser el de Nicaragua, donde el gobierno argentino pretende jugar un rol y el canciller Felipe Solá está activamente involucrado. 

 Tan cómo se está sintiendo Massa en Estados Unidos -y tanta importancia le está dando a la gira-, que extendió la visita un día más para quedarse jueves y viernes en Nueva York, donde al programa con el Congreso Judío Estadounidense (AJC), el Council of Americas y la reunión con el ex presidente Bill Clinton le sumará un encuentro con inversores y analistas en el consulado argentino. 

 Y en Washington, donde se quedará hasta el miércoles, ¿visitará Massa el FMI? Llamativamente, en su entorno dicen que no es necesario, que para eso está Sergio Chodos, representante argentino ante el organismo y partícipe en la reunión del domingo con González en la que se insistió en la teoría del gobierno de Alberto Fernández de que si el préstamo recibido en 2018 “fue político, la solución debe ser política”.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Inauguración local del FRENTE RENOVADOR


Tenemos el agrado de invitarlos a la inauguración del espacio del Frente Renovador en Zárate, que se llevará a cabo el día viernes 30 de septiembre a las 18hs, en Justa Lima 1390, Zárate. Contaremos con la presencia de la Diputada Nacional Graciela Camaño, Presidente del bloque de Diputados Nacionales del Frente Renovador, Carlos Puglelli, Intendente de San Andrés de Giles, Diputados Provinciales, Concejales, autoridades y dirigentes de la Segunda Sección electoral. El acto será encabezado por Stella Mendaño, Presidente del bloque de concejales del Honorable Concejo Deliberante de Zárate.

Los esperamos.

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