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jueves, 7 de abril de 2022

Este sábado se presentará el libro “Malvinas, 40 años, veinte cuentos y un perdón”

Sus páginas narran historias reales de ex combatientes ficcionadas en cuentos por los escritores Mariana Lirusso, Víctor Racedo y Lilia Rodas. El acto se llevará a cabo desde las 17 en el Salón Blanco del HCD y toda la comunidad está invitada.

 En el marco del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, el sábado 2 de abril a las 17 en el Salón Blanco del Honorable Concejo Deliberante (HCD) se presentará el libro “Malvinas, 40 años, veinte cuentos y un perdón”. La obra fue escrita por Mariana Lirusso, Lilia Rodas y Víctor Racedo y narra historias reales de ex combatientes de de Campana y otras ciudades ficcionadas en cuentos. 

 “La idea de escribir un libro juntos surgió para rendir homenaje y reivindicar a los héroes que están vivos, que caminan con nosotros. Y también para pedirles perdón por todos los años en que fueron olvidados”, manifestaron los autores campanenses que explicaron que tienen un fuerte vinculo con el conflicto bélico por la participación de seres queridos muy cercanos en el mismo.

 Junto al avión Pucará situado en el Parque Urbano, los escritores además coincidieron en remarcar que la obra “busca recordar a los adultos lo que sucedió en Malvinas y explicar a los jóvenes de qué se trató la guerra”. Finalmente invitaron a toda la comunidad a participar de la presentación del libro, el cual se podrá a la venta durante el evento a precio promocional. Luego, los interesados podrán adquirirlo en las librerías locales.

Campana homenajeó a los héroes de Malvinas a 40 años del inicio de la guerra

 


Fue con un desfile cívico militar encabezado por el intendente Abella y veteranos de guerra que fue acompañado por distintas instituciones de la ciudad y familias que se acercaron a las inmediaciones del Palacio Municipal. A 40 años del día en que los soldados desembarcaron en Puerto Argentino para iniciar la recuperación de las Islas Malvinas, Campana homenajeó a los héroes con un desfile cívico militar organizado por el Municipio y encabezado por el intendente Sebastián Abella.

 El acto se desarrolló este sábado con un gran despliegue en toda la cuadra frente al Palacio Municipal, con un único propósito: honrar y homenajear a los caídos y a los veteranos de la guerra. Como parte del reconocimiento, el intendente Abella entregó medallas conmemorativas a cada uno de los héroes campanenses y sus familiares.

 “Es un gran honor que, 40 años después, reconozcamos a nuestros héroes y sigamos manteniendo el reclamo legítimo de soberanía sobre las Islas Malvinas. Fueron, son y serán argentinas”, enfatizó luego de la entrega. Ante la atenta mirada, del Intendente, el presidente del HCD, Gonzalo Brutti, autoridades municipales y concejales desfilaron delegaciones de jardines de infantes, escuelas secundarias y primarias y distintas fuerzas de seguridad tales como, Prefectura, Policía Federal, Policía Bonaerense, Caballería, Policía Rural, GAD, Bomberos, Defensa Civil y Patrulla Urbana, como así también los centros tradicionalistas.

 Tanto el Himno Nacional como la Marcha de las Malvinas fue interpretado por la Banda Municipal y el Coro Municipal. Previo al desfile, el intendente Abella recibió en su despacho a Enzo Gavazzi, quien en sus manos llevó el casco que era de su hermano Fausto, vecino de la ciudad y piloto caído en combate. El acto inició a las 8 de la mañana con el izamiento de la bandera nacional en el mástil central de la Plaza Eduardo Costa, y la posterior colocación de dos ofrendas florales, una sobre el monumento que recuerda a los caídos en combate y otra en el avión Pucará del Parque Urbano. Secretarios y funcionarios municipales, autoridades eclesiásticas y educativas, la presidenta del Consejo Escolar, Nelda García; y concejales también acompañaron los homenajes.

 VIGILIA En la noche del viernes, el intendente Abella acompañó a los ex combatientes en la tradicional vigilia del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas que tuvo lugar en la escalinata de la plaza Eduardo Costa. Y, tras compartir juntos un video realizado por el equipo de Comunicación del Municipio, a las 00 la sirena de los Bomberos Voluntarios sonó para recordar a los soldados que cayeron en combate. 

 “Me llena de alegría estar en este día tan especial acompañándolos a ellos, nuestros héroes”, dijo el jefe comunal al tiempo que sostuvo: “La guerra de Malvinas hay que recordarla todos los días, pero en esta fecha tan especial tenemos que homenajear a quienes lucharon por defender la patria”. “Malvinas me llega de forma especial, tanto por la edad que tengo como por temas particulares, por ello los estamos reconociendo de esta manera”, manifestó, emocionado, Abella, reconociendo que “a pesar de todos los esfuerzos que hacemos desde el Municipio, todo les queda chico a estos héroes que arriesgaron sus vidas por la soberanía nacional”.

domingo, 23 de mayo de 2021

El último vuelo del capitán Zubizarreta, el piloto que murió tras regresar de una misión en Malvinas

 

En el libro “La Guerra Invisible” se revelan los instantes finales de la misión del aviador que despistó con su A-4Q Skyhawk en la base de Río Grande, con las bombas cargadas, que no había podido lanzar sobre las islas por un desperfecto técnico
Por Marcelo Larraquy 23 de Mayo de 2021 Periodista e historiador (UBA) El Capitán de Corbeta Carlos Maria Zubizarreta junto al piloto Teniente de Corbeta Gustavo Diaz (castrofox.blogspot) El Capitán de Corbeta Carlos Maria Zubizarreta junto al piloto Teniente de Corbeta Gustavo Diaz (castrofox.blogspot) La misión fue el 23 de Mayo. 

El plan de los pilotos de A-4Q Skyhawk -aviones considerados viejos cuando comenzó la guerra porque habían excedido su vida útil- era claro: atacar las fragatas inglesas que encontraran en la bahía San Carlos. Si no encontraban las naves, las bombas debían lanzarse sobre las instalaciones del puerto. Una serie de desperfectos técnicos impidieron que el capitán Carlos Zubizarreta lanzara sus bombas. Regresó al continente sin tirarlas al mar para preservar el armamento. El viento cruzado, la llovizna y el cohete del asiento que permitía que se eyectara terminaron en tragedia. En el libro La Guerra Invisible se revelan los instantes finales de la misión del aviador que despistó en la base de Río Grande con las bombas cargadas.

 Y allí encontró la muerte. El 23 de mayo, la guerra que se vivía en el cielo de las Malvinas, a mil kilómetros por hora, a 480 millas del continente, llegaría a la base de Río Grande. Tomaría otra dimensión, más cercana, más brutal. Mostraría su cara en el asfalto húmedo, a la vista de todos. Sucedió en el regreso de una misión que había conducido el jefe de la Tercera Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, el capitán Rodolfo Castro Fox, con los aviones A-4Q. Castro Fox había sufrido un accidente nueve meses antes. La tardía expulsión del asiento eyectable en una jornada de entrenamiento en el portaviones 25 de Mayo hizo que cayera al mar con su avión desde 13 metros de altura y perdió el conocimiento tras el impacto contra el agua.

 Lo trasladaron al hospital en helicóptero. Sufrió dos paros cardiorrespiratorios y la fractura de su brazo izquierdo. No había vuelto a volar hasta abril de 1982, cuando se declaró la guerra, pero estaba inhabilitado para realizar misiones de combate. Sin embargo, Castro Fox informó a sus superiores que se sentía obligado a desobedecer la prohibición: no podía mandar a sus pilotos al combate aéreo si él no lo hacía. Su disminución física le impedía operar el avión con normalidad. Un mecánico debía ayudarlo para abrir y cerrar la cabina; tampoco podía accionar la palanca del tren de aterrizaje con la mano izquierda, debía hacerlo cruzando el brazo derecho.

 Por su parte, al inicio de la guerra, el estado de los aviones de la escuadrilla era desolador. Los A-4Q ya habían excedido su vida útil, tenían las alas fisuradas, los cañones registraban problemas técnicos para impactar sus proyectiles, y los cohetes de los asientos eyectores estaban vencidos, con un margen de seguridad limitado. Con el esfuerzo logístico del personal de mantenimiento se reemplazaron alas y también se incorporaron otros pilotos de otras unidades. La escuadrilla quedó conformada por doce pilotos con ocho A-4Q preparados para atacar las unidades de superficie del enemigo. Castro Fox había sufrido un grave accidente meses antes y dos infartos, sin embargo informó a sus superiores que se sentía obligado a desobedecer la prohibición: no podía mandar a sus pilotos al combate aéreo si él no lo hacía (castrofox.blogspot) Castro Fox había sufrido un grave accidente meses antes y dos infartos, sin embargo informó a sus superiores que se sentía obligado a desobedecer la prohibición: no podía mandar a sus pilotos al combate aéreo si él no lo hacía (castrofox.blogspot) El 23 de mayo, en su misión hacia Malvinas, a Castro Fox lo acompañaban el capitán Carlos Zubizarreta, el teniente Carlos Oliveira y el teniente Marcos Benítez. 

 El objetivo había sido el de todas las misiones: atacar las naves que encontraran en la bahía San Carlos y, si no encontraban nada, hacerlo sobre las instalaciones del puerto. Partieron pasado el mediodía. Volaban juntos, en formación, para no perderse de vista. Pronto Oliveira tendría fallas en el traspaso de combustible y regresaría a la base. Cuando divisaron Gran Malvina, se elevaron por los cerros y luego bajaron, navegación rasante, pegados al agua. El capitán Pablo Carballo, que lideraba la misión de A-4B Skyhawk, los había precedido en la incursión, dos minutos antes. Les transmitió por radio la posición actualizada de las naves de superficie y de los Sea Harrier. Carballo estaba en el vuelo de regreso; su avión había recibido un misil en el ala derecha disparado desde tierra y otro había pasado muy cerca de su cabina cuando atravesaba Pradera del Ganso, para girar y volver a atacar. Pensó en eyectarse, pero sentía que podía dominar el avión y confiaba en que aterrizaría en Río Gallegos. Otro A-4B de su formación no había lanzado, del otro no tenía novedades, y había perdido a un piloto, al primer teniente Luciano Guadagnini, que había descargado su bomba sobre la HMS Antelope, una fragata de tipo 21 que había sustituido a Ardent como muralla, dispuesta a atacar con sus cañones y a atajar todo lo que le arrojaran. 

 Un proyectil lanzado desde la fragata impactó sobre el ala del A-4B de Guadagnini, y ya estaba a punto de caer al agua, pero en un esfuerzo soberbio el piloto giró e impactó sobre el mástil de Antelope. Su avión se desintegró y cayó al mar. (Después del cuarto intento frustrado por desactivarla, una de sus bombas explotaría en la sala de máquinas. Antelope quedaría envuelta en una bola de fuego, mientras los tripulantes abordaban un bote del Intrepid. Cuando estaban a mil metros se produjo la explosión, que quedaría registrada como una de las imágenes más dramáticas de la guerra por las Malvinas. El casco de Antelope se partiría en dos y la nave se hundiría). La Antelope se hunde luego de haber sido atacada por los pilotos argentinos en el Estrecho de San Carlos  La Antelope se hunde luego de haber sido atacada por los pilotos argentinos en el Estrecho de San Carlos 

 Este era el reporte de Carballo sobre el estrecho San Carlos pasado el mediodía del 23 de mayo. Antes de ingresar a la zona caliente, Castro Fox puso su A-4Q a cien metros del agua y deseó suerte a sus numerales, que venían detrás. La pasada aérea por el estrecho no tomaba más de un minuto. El minuto decisivo. El sol brillaba, pero el cielo se veía negro por el humo de las explosiones y el fuego de los cañones. Cuando vio a su blanco, el Intrepid, en la boca de la bahía, también vio una especie de luz que salía desde la proa y se dirigía hacia él. 

Era un misil. Giró rápido a la derecha y enfiló hacia la nave, descargó sus bombas y fue saliendo del estrecho en vuelo rasante, moviendo su avión de un lado a otro para escapar hacia la base. Detrás de él venían sus dos numerales, Benítez y Zubizarreta. Les habían tirado dos misiles desde tierra, que pasaron entre sus dos aviones, pero habían superado sin daños la barrera antiaérea. Benítez había descargado sus bombas sobre Antelope. Aunque no escuchó su explosión, había quedado alojada en la fragata. Zubizarreta no había podido lanzar por una falla en el sistema. En su regreso, Castro Fox advirtió que se quedaba sin combustible; los tanques externos no transferían en forma normal. Optó por un perfil de vuelo diferenciado, a más de 12 mil metros de altura.

 No sabía si llegaría a aterrizar o se eyectaría en el mar. Lo iría evaluando. Les dijo a sus pilotos que no lo acompañaran: quería quedarse solo. Zubizarreta y Benítez continuaron vuelo. En la base estaban contentos porque sabían que volvían los tres A-4Q de San Carlos. Lo habían verificado con el radar en tierra. Los pilotos y mecánicos de las escuadrillas los habían despedido y ahora estaban en la plataforma del hangar para recibirlos, como se hacía siempre en cada misión. El aterrizaje era inminente. En ese momento empezó a lloviznar, una garúa muy tenue, con un fuerte viento. El capitán Roberto Curilovic, que tenía experiencia porque era señalero en portaviones de A-4Q, salió corriendo a la pista y ordenó que se armase el sistema de frenado. El A-4Q, sobre pista mojada y semihelada, corría el riesgo de hacer aquaplaning. 

Tenía ruedas muy finas, para aterrizaje en portaviones, y con la alta presión de inflado perdía adherencia y podía hacer deslizar al avión sin control. Entonces, si el gancho de cola del avión lograba enganchar el cable que atravesaba la pista y empezaba a arrastrarlo, el propio cable le daba estabilidad y frenaba la carrera de la aeronave. Pero no llegaron a armarlo a tiempo. El avión de Zubizarreta regresaba casi sin combustible. No había podido lanzar las bombas; sobrevoló un barco y el eyector no funcionó. Existe un sistema de emergencia que permite que se las tire inertes.

 El lanzador y las bombas se arrojan sobre el mar y no explotan. Pero Zubizarreta no las quiso tirar, no quiso perder el armamento; prefirió regresar con las bombas a la base para preservarlas. Tercera Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, fotografiados el 20 de Mayo de 1982: Sylvester, Medici, Lecour, Oliveira, Carlos Zubizarreta, Olmedo, Arca, Alberto Phillippi, Castro Fox, Rótolo, Benítez y Alejandro Diaz Tercera Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, fotografiados el 20 de Mayo de 1982: Sylvester, Medici, Lecour, Oliveira, Carlos Zubizarreta, Olmedo, Arca, Alberto Phillippi, Castro Fox, Rótolo, Benítez y Alejandro Diaz Su A-4Q aterrizó en la pista húmeda con viento cruzado, perdió el control, empezó a viborear y se fue a un costado de la pista delante de los pilotos y mecánicos, de todo el personal de la base. Se fue detrás de un montículo y se incrustó sobre el barro. 

Al irse de pista con las bombas abajo, Zubizarreta debía eyectarse hacia arriba. En situaciones normales, el asiento sube a determinada altura, la capota de la cabina se dispara y se abre. Y si no se dispara el asiento, tiene clavijas que rompen la cabina. Pero el cartucho del asiento no lo despidió a la altura necesaria. No lo expulsó con suficiente energía. Había fallado el cohete del asiento; estaba vencido y se había prorrogado su uso. Zubizarreta cayó al pavimento de la pista desde considerable altura sin el paracaídas desplegado.

 Las bombas no explotaron y solo quedó afectada la nariz del avión. A la semana el A-4Q estaba volando otra vez. Pero Zubizarreta falleció por el impacto pocas horas después. Su féretro fue subido a un avión Fokker F-28 de la Armada. Una formación lo despidió con honores. Marcelo Larraquy es periodista e historiador (UBA) www.marcelolarraquy.com

lunes, 3 de mayo de 2021

Patricia Bullrich: “A Pfizer le podríamos haber dado las Islas Malvinas”

BUENOS AIRES (Infobae) - La ex ministra de Seguridad de Argentina se refirió a las supuestas cláusulas que solicitó la empresa farmacéutica al Gobierno argentino para entregar vacunas contra el COVID-19. Tras la viralización de su comentario, utilizó sus redes sociales para explicar su postura y justificar la expresión. 

 La ex ministra de Seguridad y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, cuestionó las negociaciones que lleva adelanta el Gobierno Nacional con distintos laboratorios para acceder a vacunas contra el COVID-19, y al referirse puntualmente a las supuestas cláusulas que solicitó la empresa farmacéutica Pfizer para abastecer al país, manifestó que “les podríamos haber dado las Malvinas”. Su frase se viralizó en redes sociales generando el repudio de todo el arco oficialista y debió justificar sus comentarios. Argentina transita la dramática segunda ola de contagios con un número escaso de vacunas y con un alto nivel de ocupación de camas de terapia intensiva.

 En este marco, el Poder Ejecutivo Nacional anunció este martes que retomó las negociaciones con Pfizer. A mediados del año pasado, Alberto Fernández confiaba en cerrar un acuerdo con el laboratorio estadounidense para acceder a 3 millones de dosis de la vacuna antes que finalizara el año. Es más, el Estado nacional, por intermedio del Ministerio de Defensa, puso a disposición el Hospital Militar para que el laboratorio multinacional en conjunto con BioNTech realizara ensayos clínicos para testear la efectividad de la vacuna contra el coronavirus en fase 3. Cerca de 4.500 voluntarios participaron de las pruebas, que se completaron, con la expectativa de que Pfizer le otorgaría preferencias a Argentina. Sin embargo, la burocracia y ciertos obstáculos legales dinamitaron el acuerdo y el propio mandatario reconoció que el laboratorio norteamericano tuvo “demasiadas exigencias que otras vacunas no han tenido”. En aquel momento, el Ejecutivo avanzó en los contratos con la Federación Rusa para la adquisición de la vacuna Sputnik V. 

 En el medio de las fallidas negociaciones, trascendieron supuestas versiones que indicaban que la farmacéutica le habría exigido al Gobierno argentino sus recursos naturales. En sintonía con las críticas de la oposición a Alberto Fernández, Patricia Bullrich manifestó que Argentina tenía el beneficio de acceder a 14 millones de dosis por haber participado de los ensayos clínicos con voluntarios, pero que por cuestiones logísticas la empresa no avanzó en el convenio. A fines del año pasado, con el acuerdo caído, el Presidente explicó que, además de una Ley de Vacunas, “nos piden otra ley para evitar responsabilidades penales si las vacunas causan daños físicos”. “Dijeron que había un problema de negligencia, es mentira”, expresó este martes Bullrich, quien agregó que “Pfizer no pidió cambios en la ley; lo único que pidió fue un seguro de caución, como pidió en todos los países del mundo, que es algo razonable”. Ironizando sobre las versiones que indicaban que la empresa le había solicitado al Gobierno argentino ceder en su soberanía para enviar vacunas, Bullrich declaró: “Pfizer no pidió ni los hielos continentales, ni... bueno, no sé, las Islas Malvinas se las podríamos haber dado”. La polémica frase se viralizó en redes sociales generando el repudio de distintos usuarios y de todo el oficialismo, que se encolumnó detrás del comentario para criticar a la titular del PRO.

 “La frase brutal de Bullrich sobre Malvinas es coherente con lo que hizo su gobierno. Política de entrega y sumisión, desprecio por nuestras causas nacionales”, manifestó el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, quien resaltó: “Olvido imperdonable del sacrificio de los 649 héroes argentinos que quedaron allá”. Y se preguntó: “¿Bullrich no tiene Patria?” Tras los cuestionamientos por sus dichos en LN+, la ex funcionaria de Cambiemos ensayó su explicación: “Frente a las mentiras por la cual no se compraron vacunas, ejemplifiqué que el Gobierno dijo cualquier cosa: hasta que podíamos entregar las Malvinas o los glaciares”. “Si me expresé mal, ratifico mi posición a favor de nuestra completa soberanía sobre las Islas Malvinas”, justificó. 

 Al respecto del diálogo que se reactivó este martes entre el Gobierno y la farmacéutica, la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, indicó que “las negociaciones a veces sufren algunos impases, se frenan, luego se retoman, en ningún caso están cerradas o imposible de poder firmar o avanzar”. “Ahora, tiene que haber acuerdos entre las partes, y eso significa (no solo) ponerse de acuerdo en las cláusulas que en su momento no estábamos de acuerdo, sino también tener una propuesta interesante para la Argentina de entrega de esas vacunas en tiempo y forma”, detalló la funcionaria. Este miércoles, la ex ministra de Seguridad volvió a explicar su frase a través de una carta que difundió en sus redes: “El Contrato con Pfizer nos daba preferencia para la compra de 14 millones de vacunas”. “El Gobierno Nacional, por alguna razón no explicada ni justificada, decidió no aceptar el buen precio y la cantidad ofrecida, que podía complementarse con una compra mayor”. “Dio muchas excusas, tales como que nos pedían activos, soberanía y cuestiones similares. 

Para ejemplificar esto dije en un programa de televisión que hablaban de los hielos continentales y hasta de las Islas Malvinas”. “Lo expresé incorrectamente y los kirchneristas salieron rápidamente a decir que yo quería entregar las Islas Malvinas a Pfizer. Un absurdo que sólo esconde la falta de explicación de por qué los argentinos estamos sin vacunas. Perdimos una gran oportunidad”. “El problema es que van a volver a cerrar todo, que seguimos con miles de chicos sin ir a clases, con negocios fundidos y millones de trabajadores desocupados porque decidieron no comprar vacunas. Mi frase fue mal expresada y ya lo dije”. “Pero la vacuna no está, siguen los muertos y quieren volver a encerrarnos por su incapacidad para administrar la pandemia. Miren lo importante”. “Yo ya expliqué lo que quise decir, expliquen ustedes por qué no tenemos vacunas”. Foto: Infobae © 2019 Infobae UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias

domingo, 25 de abril de 2021

Los Exocet, el arma más temida por los británicos en Malvinas y el francés despechado que los hizo funcionar a último momento

SOCIEDAD Los Exocet, el arma más temida por los británicos en Malvinas y el francés despechado que los hizo funcionar a último momentoEn el libro “La Guerra Invisible” se revelan las operaciones de espionaje de los agentes de inteligencia de la Marina argentina y sus pares británicos del MI6 en torno a los misiles. El embargo a la Argentina y las gestiones en el mercado negro de armas. El doble rol que jugó Francia y la aparición fortuita de un hombre que brindó la “tabla de coeficientes” que faltaba para poder usarlos autor Por Marcelo Larraquy 25 de Abril de 2021 Periodista e historiador (UBA)
Un Super Etendard de la aviación naval con su carga de misiles Exocet, el arma más temida por los británicos en el guerra de Malvinas A partir de desembarco argentino en Malvinas del 2 de abril de 1982, dos miembros de la Subcomisión de Compras de la Armada Argentina asentados en París, el capitán Carlos Corti y el capitán Julio Ítalo Lavezzo, iniciaron un desesperado raid entre traficantes de armas e intermediarios para la compra en el mercado negro de misiles Éxocet, el arma más temida por Gran Bretaña. Francia, adherida al embargo de la Comunidad Europea, había suspendido el envío a la Argentina, y tampoco entregó la tabla de coeficientes que permitían que los misiles pudieran ser lanzados desde los aviones Super Étendard. 

Lo que sigue es un extracto del libro “La Guerra Invisible”, de Marcelo Larraquy, en el que se relata la guerra de espías británicos y argentinos en Europa en torno a los Éxocet y de cómo Argentina obtuvo finalmente los coeficientes que posibilitaron que los misiles luego impactaran sobre la flota británica. (…) La entrega de los primeros cinco aviones y cinco misiles se cumplió en las condiciones
 programadas, aunque no sin sospechas. La compra había activado a la contrainteligencia británica, que se informó sobre las características del Super Étendard y el adiestramiento de los pilotos argentinos. El Servicio Secreto de Inteligencia (SIS), la agencia de ultramar de la inteligencia británica, más conocido como MI6 (Inteligencia Militar Sección 6), recibía informes de sus espías en el exterior y de servicios como la Agencia Central de Inteligencia (CIA) o la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), y de otros países aliados, amigos o con los que compartían intereses puntuales. 

Un cuerpo de criptógrafos que descifraban mensajes, expertos en radiofrecuencias, programadores, operadores de escuchas y agentes encubiertos en distintos territorios, en su rutina de trabajo, enviaban materiales que distintos equipos del SIS procesaban, analizaban y valoraban política y estratégicamente, valoración que llegaba al Comité de Inteligencia Conjunto (Joint Intelligence Committee), el centro de la inteligencia británica. Para el caso de los Super Étendard y los pilotos argentinos, el SIS tenía la autorización de sus pares de la Seguridad Exterior francesa para el espionaje sobre las actividades de la Subcomisión Naval de Compras en París. Francia, que consideraba aliados a los británicos y amigos a los argentinos, fue leal hasta donde pudo con las partes en conflicto. Asistió a Gran Bretaña en sus indagaciones sobre el reequipamiento militar argentino y también le informó al embajador argentino Gerardo Schamis que tanto Corti como Lavezzo, y él mismo, estaban siendo escuchados por el SIS. 

 El traslado a la Argentina de los aviones SUE y los misiles Exocet se realizó bajo extremos recaudos de seguridad. Los materiales, embalados por partes, fueron custodiados por la Gendarmería Francesa hasta su llegada al puerto de Saint-Nazaire. Un grupo de comandos anfibios viajó desde Mar del Plata para verificar que el buque de la Armada ARA Cabo de Hornos, que transportaría el material, no tuviese explosivos. Al misil Exocet se lo denomina "Fire and forget" (Tire y olvídese) ya que se trata de un arma con capacidad de autonomía para redireccionarse en vuelo y buscar el centro de gravitación del blanco. Al misil Exocet se lo denomina "Fire and forget" (Tire y olvídese) ya que se trata de un arma con capacidad de autonomía para redireccionarse en vuelo y buscar el centro de gravitación del blanco. Los cinco aviones y cinco misiles zarparon hacia Puerto Belgrano, Bahía Blanca, a principios de noviembre de 1981.

 El resto de la entrega de la compra quedaría postergado para abril de 1982. Según Francia, la demora se debía al cambio del sistema inercial y a la prioridad del contrato de Aérospatiale con Irak. La entrega, para un objetivo bélico, hasta ese momento era inocua: Francia no había proporcionado a la Argentina la información de los coeficientes de la computadora central —el coeficiente de armamento (CDA)—, que permitía establecer el “diálogo electrónico” del Super Étendard con el Exocet. Los aviones podían volar, pero los misiles no podían lanzarse. El 8 de diciembre la primera remesa de los SUE fue recibida por el jefe del Ejército, general Leopoldo Galtieri, en un acto oficial en la Base Naval de Puerto Belgrano. Los Super Étendard volaron sobre Bahía Blanca y luego comenzaron a utilizarse para las ejercitaciones en el Mar Argentino. Era una rutina que se realizaba cuatro o cinco veces al año desde la Base Espora. Los pilotos todavía no habían sido capacitados para despegar desde el portaviones 25 de Mayo. Esta instancia estaba programada para 1983. 

 El general Galtieri se aprestaba a asumir el poder y también tenía en mente la recuperación de las islas Malvinas. (…) En ese tiempo intermedio, el jefe de la Armada activó la operación. Puso en funciones al nuevo comandante de Operaciones Navales, el vicealmirante Juan José Lombardo. Su primera tarea, le dijo, debía ser la presentación de un “plan actualizado para capturar las Malvinas”. Como parte de ese plan, debía traer al país el resto de los aviones y misiles comprados a Francia para que llegaran antes del 1o de junio de 1982. Lombardo entendió que el plan no se ejecutaría antes de esa fecha y tampoco después del 3 de enero de 1983, cuando se cumplieran los ciento cincuenta años de la ocupación británica. (…) El desembarco argentino fue retrasado por un temporal, pero en la madrugada del viernes 2 de abril de 1982 ochocientos soldados del Segundo Batallón de Infantería comenzaron a tomar posiciones.

 Los marinos británicos en servicio, que no eran más de treinta, no opusieron resistencia. Solo hubo una escaramuza, en la que murió el capitán Pedro Giachino y otros soldados resultaron heridos. A las 9:30 de la mañana el gobernador británico Rex Hunt se rindió en la residencia oficial de Puerto Stanley. A partir de ese momento, la capital de las islas se denominaría Puerto Argentino. Al día siguiente, tras dos horas de combate, Argentina tomaría el control de las islas Georgias. (…) La Guerra Invisible, el último libro de Marcelo Larraquy La Guerra Invisible, el último libro de Marcelo Larraquy El 6 de abril, Francia se plegó al embargo resuelto por la Comunidad Europea y Estados Unidos: se ordenaba el bloqueo de la relación comercial con la Argentina, incluido el envío de armas, por cuarenta y cinco días; cumplido ese plazo se renovaría. La continuidad del contrato de aviones y misiles entre Francia y Argentina quedó suspendida. En la práctica, hasta ese momento, la Armada contaba con cinco aviones Super Étendard, pero su sistema de armas, el misil Exocet AM-39, no estaba en condiciones operativas. La Subcomisión Naval de Compras intentó romper el bloqueo y conseguir los misiles al precio que fuera, asumiendo cualquier riesgo. Contaba con la autorización del almirante Anaya. Tenía libertad de acción. La Subcomisión estaba instalada en el 58 de Avenue Marceau.

 Un piso más arriba estaba Ofema (Office français d’exportation de matériel aéronautique) (…) Durante casi dos años el capitán Corti había mantenido con ellos un trato constante y amable, hasta que la suspensión del contrato enfrió la relación. Ahora no era solo el servicio británico, sino también distintas agencias de inteligencia francesas las que grababan sus conversaciones en su oficina y en su casa. Los integrantes de la Subcomisión Naval eran hombres controlados. Corti continuó sus acciones con normalidad, como si nada sucediera. En las comunicaciones telefónicas, transmitía un falso optimismo. Comentaba que los coeficientes ya habían sido enviados a la Argentina pero que desconfiaba de la capacidad de los técnicos para integrarlos al sistema de armas. Era cuestión de tiempo. Trataba de desinformar, de confundir, sobre todo de fastidiar a los espías

. El funcionamiento del sistema de armas era la clave del enigma, el misterio que trataban de descifrar las agencias de inteligencia. Super Etendard en 1982 Guerra de Malvinas Super Etendard en 1982 Guerra de Malvinas El Super Étendard era el único medio de combate actualizado a la altura de las patrullas aéreas de combate británicas. El resto de las unidades de la Aviación Naval y la Fuerza Aérea Argentina estaban una generación atrasada. Los Mirage no podían reabastecerse en vuelo y los Skyhawk, en sus distintas versiones —A-4B, A-4C y A-4Q—, operaban con bombas convencionales. La única amenaza real era el Super Étendard, si contaba con el misil en condiciones de ser disparado. Y, para ello, era imprescindible la introducción de los coeficientes en la computadora del avión. Sin los coeficientes, el Exocet perdía utilidad. El misil podía lanzarse a una distancia de 40 kilómetros del blanco. Desde que se oprimía el botón de la alidada con la empuñadura que maneja al radar Agave hasta el impacto, podían mediar no más de tres minutos.

 El Exocet volaba a una velocidad de 1200 kilómetros por hora. (…) En 1982, el único sistema de contramedida frente al Exocet era el chaff, una nube de láminas metálicas que se lanzaba al aire con la intención de crear ecos falsos para “seducir” al misil e intentar confundirlo, a fin de que desviara su recorrido. Sin embargo, la más eficaz protección de los portaviones británicos, el Hermes y el Invincible, eran los buques destructores tipo 42 que los rodeaban. Tenían la función de protegerlos con sus defensas antisubmarinas y antiaéreas. El presidente francés François Mitterrand se comprometió con el embargo. Le aseguró a Gran Bretaña que no habría más aviones ni misiles para la Argentina y confirmó que el sistema de armas no estaba integrado. Faltaban los coeficientes. Y no habría posibilidad de “fuga de misiles” desde Aérospatiale. Tenía la palabra de su hermano, el general Jacques Mitterrand, aviador retirado y titular de la empresa estatal. Francia estaba dispuesta a cooperar: entregó a Gran Bretaña los contratos de compra firmados con la Argentina, cedió aviones para que conocieran sus prestaciones y también pudieran realizar pruebas de detección y contramedidas con el radar Agave. El servicio de inteligencia francés también monitoreó la búsqueda de misiles de la Subcomisión Naval en el mercado negro. 

Las transcripciones de las conversaciones del capitán Corti fueron enviadas al SIS. Corti intentó obtener misiles adquiridos por otros países, aun cuando hubieran firmado el “certificado de usuario final” que impedía la venta posterior a un tercero. También gestionó la compra con traficantes de armas. Uno de ellos era el franco-libanés Anthony Tannoury, apodado “El Magnífico Tony”, que llegaba a las reuniones en un Rolls-Royce y decía ser el primo de Kadhafi. Tannoury prometió interceder ante Libia, Paquistán e Irak para obtener los misiles. Corti tenía esperanzas de que los libios lograran liberar algunos de los misiles que poseía Irak, pero Bagdad se negó a ceder parte de su compra. Ellos también estaban en guerra. Enterado de las gestiones, el general Jacques Mitterrand recomendó al embajador Schamis, a través del general Roland Glavany, director de Ofema, que ofició de mensajero, que no se vincularan más con traficantes, empresas, intermediarios ni agentes secretos de ningún país. Sería una pérdida de tiempo y de dinero. Francia tenía controlado el “parque logístico” y no permitiría ninguna transacción.

 “Nadie les venderá nada y les van a robar el dinero”, le explicó. (…) Las necesidades para el combate aéreo continuaron enfocadas en los misiles Exocet. Corti tenía muchas acciones en progreso, pero le resultaba complicado el manejo técnico de las operaciones financieras y, además, por el boicot a la Argentina, Gran Bretaña intentaba inmovilizarle el dinero. Todos los días aparecían supuestos vendedores de misiles en busca de un contrato, con promesas más o menos serias o extravagantes, con cartas de recomendación de agregados navales, militares o embajadores, con los que se reunía junto al capitán Lavezzo. Si la propuesta no le resultaba convincente, los enviaba a Buenos Aires para que prosiguieran las negociaciones en el Edificio Libertad. En una oportunidad el embajador Gerardo Schamis conectó a la Subcomisión Naval con un grupo de franceses que prometieron entregar diez misiles por un valor de nueve millones de dólares. Pero, luego de una reserva inicial, el material no se entregó, el dinero fue bloqueado y solo se recuperaría tras arduas gestiones financieras.

 El armado del Exocet en el avión Súper Etendard El armado del Exocet en el avión Súper Etendard Otra de las tratativas de Conti fue con un traficante norteamericano, Marcus S. Stone, que le ofreció cuatro misiles a un costo de 6.300.000 dólares. La operación triplicaba el precio del contrato con Aérospatiale —el costo era 450 mil dólares por unidad—, pero la Armada le había dado carta blanca. Stone, que operaba desde Los Ángeles, le dio a Corti las instrucciones para el pago. El depósito debía hacerse en la cuenta bancaria de su socio en Holanda. Corti hizo los chequeos previos y realizó el pago, pero los misiles nunca se entregaron. El SIS también distraía a Corti con operaciones de contrainteligencia: le plantaban traficantes. Querían ilusionarlo, hacerle creer que estaba a punto de comprar los misiles y luego le hacían caer la operación. El SIS tenía informantes que los ponían al corriente de las negociaciones en curso, y la Secretaría de Defensa les había autorizado a mejorar cualquier oferta argentina en el mercado negro para bloquear la compra. John Dutcher fue uno de los traficantes puestos por el SIS en el camino de Corti. Era un ex infante de marina norteamericano con experiencia en contratos con Libia. Contactó a Corti en París, le presentó las cartas de su empresa en Milán, mostró sus antecedentes y le ofreció ayudarlo a buscar misiles en el mercado negro. Corti aceptó. 

Dutcher empezó a reunirlo con supuestos vendedores de distintos países, todos ellos informantes del SIS. El paso siguiente fue la presentación de una oferta con origen en Bagdad, un jeque iraquí y un general que le ofrecían veinte misiles AM-39 a un millón de dólares cada uno. Mantuvieron varios días a Corti a la expectativa, detrás de esa operación, pero luego Dutcher súbitamente la dio por caída. La búsqueda continuó por intermedio de Perú, que había comprado doce Exocet y, cuando comenzó la guerra, reclamó la entrega inmediata. A fin de acelerar el trámite, Perú ofreció el traslado de un barco para retirarlos del puerto. Demandó al menos ocho misiles. La documentación de pago dejaba ver a la logia italiana Propaganda Due (P2) mezclada en la operación. Era una carta de crédito emitida por el Banco Central de Lima respaldado por el Banco Andino, propiedad del Banco Ambrosiano, que a su vez estaba asociado a la banca vaticana, el Instituto para las Obras Religiosas (IOR). La entidad solía utilizarse como red de lavado de dinero. El capitán Corti, como muchos oficiales de la Marina argentina, era miembro de la P2 y estaba casado en segundas nupcias con una sobrina de Licio Gelli, el jefe de la logia masónica.

 La contrainteligencia británica solicitó a sus pares italianos que le informaran si Gelli estaba ayudando a Perú en la compra de misiles que, no dudaban, serían trasladados a la Argentina. (En ese momento el jefe masón se encontraba prófugo, luego de escapar de un allanamiento de su residencia de Arezzo, Italia, en el que se reveló la identidad de los miembros de la P2. Roberto Calvi, apodado “el banquero de Dios” por su vínculo con la banca vaticana, había sido condenado y liberado luego del derrumbe del banco Ambrosiano. Aparecería colgado de un puente de la city de Londres tres días después del final de la guerra). Perú continuó presionando a Francia por la entrega de ocho misiles. Debían embarcarse el 10 de mayo en el puerto de Le Havre, en la región de Normandía.

 Era un reclamo de gobierno a gobierno. Perú no tenía ningún tipo de embargo y se estaba incumpliendo el contrato, pero Francia argumentó que una supuesta huelga en el puerto imposibilitaba la carga del material para el traslado. El general Jacques Mitterrand, que había viajado a Londres esa misma semana, le aseguró a Thatcher que no los entregaría. Mientras continuaba el trato con intermediarios que además del Exocet ofrecían toda clase de misiles, cañones y municiones, con operaciones directas o trianguladas a través de Irak, Pakistán o Sudáfrica, Corti conseguiría, de manera inesperada, la información clave para que el sistema de armas del Super Étendard funcionara y los cinco misiles que poseía la Argentina en la Base Espora pudieran ser lanzados. (…) Un técnico apresta el Exocet mientras el capitán de corbeta Francisco pone en marcha el avión en Río Grande Un técnico apresta el Exocet mientras el capitán de corbeta Francisco pone en marcha el avión en Río Grande El 31 de marzo, el capitán Colombo, comandante de la escuadrilla (de los Super Étendard), había recibido la directiva de preparar a los pilotos con una técnica de ataque nueva, que no tenía antecedentes en la historia de la aeronáutica, para la eventualidad de una guerra. Colombo los reunió a todos en la base. “A partir de ahora”, les dijo, “el hangar será como un portaviones.

 Pasarán día y noche acá adentro. Les conviene despedirse de sus familias. Las luces del hangar no se apagarán hasta lograr el diálogo electrónico”. Quería que el misil pudiera ser lanzado. “Si se lanza en condiciones adecuadas”, explicó, “con la velocidad que corresponde, a la altura que corresponde y sobre el objetivo que corresponde, se hace blanco. O se debería hacer blanco. Porque la certeza absoluta en materia de tiro no existe. A lo mejor usted tira, todo está bien, y no acierta. Es lo que Carl von Clausewitz llama ‘la niebla de la guerra’. En la guerra reina la confusión, la incertidumbre. La guerra es la actividad más compleja del hombre”. No eran palabras suyas, dijo. Eran de Charles de Gaulle. “No hay ninguna certeza de que lo que se prevea vaya a suceder”. Los ingenieros y técnicos del taller de misiles de la Base Espora estaban familiarizados con el Exocet mar-mar 38 (MM-38) que podía impactar de buque a buque. La Armada había adquirido veinticuatro unidades. 

Pero con los Exocet aire-mar (AM-39) no había experiencia. Acababan de llegar y no podían utilizarse. La implementación del “diálogo electrónico” había sido anunciada para el 8 de abril, cuando arribara desde Francia de la comisión técnica de Aérospatiale, la fábrica que había diseñado y construido el misil, que introduciría los coeficientes en la computadora y realizarían las pruebas para asegurar el funcionamiento del sistema de armas. Con la ocupación de las islas, y el posterior embargo al que adhirió Francia, la llegada de la comisión se canceló. El desembarco argentino también abrió un margen de incertidumbre con los técnicos franceses ya instalados en la Base Espora. Un ingeniero hidráulico y un técnico de motores de Dassault, otro técnico de Snecma, y dos técnicos más: uno de Sagem, especialista en electrónica para la central inercial, y el otro de Thompson-CSF. Habían llegado en diciembre de 1981, después del arribo de los cinco Super Étendard. Residían en Bahía Blanca. Durante el verano convivieron con los técnicos de la base, trabajaban de 7 a 14. 

Los capacitaban, realizaban inspecciones, participaban de las prácticas, pero no estaba entre sus aptitudes la resolución del “diálogo electrónico”. Una vez iniciada la guerra el capitán Colombo les recomendó que se fueran por un tiempo, que tomaran vacaciones. Pero Hervé Colín, jefe de la delegación francesa, dijo que preferían quedarse para cumplir con la letra del contrato. La delegación permaneció en la base intentando colaborar junto a los mecánicos armeros en las pruebas de validación del Exocet con los aviones, aunque no conocían el procedimiento. 

 Hasta el 10 de abril, cuando la Fuerza de Tareas navegaba rumbo a las islas, no se había logrado la comunicación entre el avión y el misil, pese al trabajo diurno y nocturno de los oficiales, suboficiales y cabos de la escuadrilla, los ingenieros y técnicos del Arsenal Aeronaval y los especialistas en el sistema de armas en la Base Espora. Se buscaba la compatibilidad de todos los sistemas para que funcionasen integrados y pudiera lanzarse el misil. Pero no lo lograban. Probaban coeficientes de manera simulada, se generaban blancos supuestos en la pantalla de radar, hacían cuentas matemáticas para cargar los valores en la computadora, y tampoco resultaba. Solo quedaba la esperanza de que la Subcomisión Naval de Compras en Francia obtuviera los datos faltantes, pero esa ilusión era lejana. 

Aun sin contar con el sistema de armas en condiciones operativas, la escuadrilla comenzó a diseñar tácticas de ataque. (…) La escuadrilla hizo su propia experiencia para crear un perfil de vuelo sobre la ría del Puerto Belgrano, próxima a la Base Espora. Los favoreció que el principal buque de defensa antiaérea de la flota enemiga fuera el HMS Sheffield, el primero de la serie tipo D42 (destructor 42). La Armada argentina contaba con los destructores ARA Santísima Trinidad y su gemelo ARA Hércules, que se habían construido junto al Sheffield y tenían el mismo radar, tipo 965. (…) Hundimiento del Sheffield Guerra de Malvinas 4 de mayo 1982 Hundimiento del Sheffield Guerra de Malvinas 4 de mayo 1982 Mientras se producían las prácticas, un hombre de mediana edad se presentó en la oficina de la Subcomisión Naval de Compras en París para conversar con Corti y Lavezzo. Dijo que durante muchos años había trabajado en Aérospatiale y que había sido despedido de un modo injusto.

 Quería vengarse. Y la venganza ahora estaba en su attaché. De allí extrajo una carpeta y les mostró unos papeles que estaban dentro. Eran los coeficientes para introducir en la computadora del Super Étendard, situada a la derecha de la pierna del piloto, para activar la comunicación electrónica con el misil Exocet, ubicado debajo del ala derecha. Los coeficientes del “diálogo electrónico”. Estaban allí, sobre la mesa. Corti y Lavezzo revisaron el material y lo creyeron auténtico. 

Lo remitirían a Buenos Aires. El problema era cómo enviar información tan sensible con todas las agencias de espionaje detrás. ¿Debía llevar la carpeta uno de ellos? ¿Iría por valija diplomática, con la gestión del embajador Schamis? Quizás el material quedaría muy expuesto. Alguien recordó a un piloto naval retirado, en ese momento comandante de Aerolíneas Argentinas, que volaba con regularidad a Francia: Walter Oppen. Lo contactaron ni bien tocó el aeropuerto con un Jumbo 747. Le hablaron del secreto, de las prevenciones, de los espías, del valor que tenía para el país que esa carpeta llegara a destino. Oppen lo entendió. Apenas aterrizó la aeronave en el aeropuerto de Ezeiza un auto de la Armada lo esperó en la pista y lo condujo al Edificio Libertad. Los coeficientes llegaron el 15 de abril a la Base Espora. Los tomaron el capitán Curilovic, jefe de Logística, y el teniente Rodríguez Mariani, jefe de Armamento.

 Todos los técnicos electrónicos del taller de misiles empezaron a trabajar. También convocaron al capitán de fragata e ingeniero electrónico Julio Pérez, especialista en control y guiado de misiles. En las pruebas del hangar, se simulaba el vuelo del Super Étendard. Hasta que Curilovic pronunció ante Colombo la frase sagrada, “tenemos el Top Misil”. Se produjo el “diálogo electrónico”. El avión ya podía comunicar su blanco al misil. El 17 de abril Bedacarratz y Mayora realizaron un simulacro de ataque, con reabastecimiento aéreo a 300 millas náuticas de la Base Espora, contra el destructor Santísima Trinidad, situado a 530. 

La posición fue dada por un avión explorador Tracker S-2E, quince minutos antes del lanzamiento. Al día siguiente la Segunda Escuadrilla de Caza y Ataque preparó el traslado para la base de Río Grande. Eran diez pilotos, ochenta y seis suboficiales de distintas especialidades y cuatro soldados conscriptos. Tenían a disposición cinco Super Étendard —aunque uno sería “canibalizado” para usarse como repuesto— y cinco misiles Exocet. La delegación de técnicos franceses se ofreció para viajar con ellos, pero Colombo les agradeció el gesto. Se quedarían en la Base Espora. La Argentina ahora contaba con su arma de guerra más poderosa. 

Solo faltaba saber si funcionaba. El 4 de mayo, con el impacto del Exocet sobre el destructor Sheffield, comprobarían que sí. * Marcelo Larraquy es periodista e historiador (UBA) www.marcelolarraquy.com SEGUIR LEYENDO: Doce bombas y el último Exocet: el ataque al Invencible, el buque insignia de la flota británica en Malvinas Operación Mikado: la frustrada misión encubierta para eliminar el “arma argentina” que asolaba a la flota británica en Malvinas TEMAS RELACIONADOS Guerra de Malvinas Exocet Super Etendard Francia Espionaje Fuente Infobae






viernes, 1 de marzo de 2019

Se ultiman detalles del emplazamiento del avión Pucará

La aeronave se emplazará en el Parque Urbano para rendir homenaje a los héroes de la Guerra de Malvinas. El intendente Sebastián Abella sigue adelante con las gestiones para emplazar, en el Parque Urbano, el avión Pucará que rendirá homenaje a los ex combatientes de la Guerra de Malvinas.

 Con el propósito de informarles cómo avanzan las obras para tal fin, el jefe comunal se reunió con los ex combatientes Néstor Cordero y Julio Krinkor. Según comentó, el próximo sábado 16 de marzo se realizará el traslado de la aeronave desde el galpón ubicado en Chacabuco y ex ruta 6 hasta el Parque Urbano. Para ello, ese día se sugiere a los vecinos evitar estacionar vehículos sobre la avenida dado que el avión tiene grandes dimensiones.

 “El emplazamiento de este monumento en su memoria requirió de muchas gestiones, primero; luego, de tiempo de restauración. Estamos a pocos días de concretar un gran homenaje para nuestros héroes y eso es algo que nos llena de orgullo”, comentó Abella.

jueves, 18 de octubre de 2018

El Municipio exhibe en el Edificio 6 de julio piezas del avión Pucará que homenajeará a ex combatientes de Malvinas



Tras el arribo a la ciudad de las piezas del avión Pucará gestionado por el intendente Sebastián Abella ante la Fuerza Aérea para homenajear a los ex combatientes de la Guerra de Malvinas, esta semana llegaron las hélices y las bases de los motores que son exhibidas en el salón Ronald Nash del Edificio 6 de Julio. “Para nosotros es muy importante llevar adelante este proyecto en el que estamos trabajando hace más de un año. En esta ocasión, la idea es que los vecinos puedan ver de cerca como era el motor de un Pucará”, señaló Abella.

 Y adelantó que “en breve se empezará a trabajar en la obra civil y la puesta en valor del avión para luego emplazarlo en un espacio publico de la ciudad, que estamos definiendo”. "Me siento muy orgulloso de llevar adelante este proyecto ya que tener en Campana un monumento para homenajear a los ex combatientes, además de generar un sentido de pertenencia, es un hecho muy importante para todos los que tenemos un sentimiento especial por Malvinas", enfatizó el Intendente e invitó a todos los vecinos a acercarse al Edificio 6 de Julio (San Martin 373), de 7 a 20, para observar las históricas piezas.

jueves, 31 de mayo de 2018

"VOLVER A MALVINAS", Película homenaje a los veteranos de guerra.


La Dirección General de Cultura del Municipio de Zárate presenta este viernes a las 20hs en el Forum Cultural, la película documental "Volver a Malvinas", con producción de la Asociación de Personal Legislativo y Cine Tiquetar, y la realización de Natalio Balderrama. La misma, rodada en 2015, es un homenaje a quienes lucharon por la soberanía de nuestro país en la guerra de Malvinas de 1982, y se presenta con entrada libre y gratuita.

"Volver a Malvinas"  narra el viaje a las islas de una delegación de once compañeros de APL (Asociación del Personal Legislativo) junto a su secretario general Norberto Di Próspero. El documental propone una mirada profunda y emotiva sobre la guerra, contada desde los recuerdos personales de cinco combatientes que viajan a las islas para reencontrarse con sus propias vivencias –y así cerrar el círculo como dicen- que los marcaron para toda la vida. Cada uno con sus vidas, con sus experiencias personales y sus puntos de vista, relatan desde su subjetividad aquello que sucedió en 1982.

La cámara retrata momentos de pura catarsis emocional de los veteranos de Malvinas logrando trasmitir la angustia y el dolor de la guerra. El recorrido geográfico y cronológico por las Islas, describe temporal y espacialmente (como si se tratara de un rompecabezas cuyas piezas se encuentran aisladas y hay que reordenar), los hechos acontecidos en el conflicto bélico.

La película evita caer en el golpe bajo y regodearse del fatalismo, manteniendo una respetuosa distancia prudencial con la procesión interior que experimentan los protagonistas, mostrando confianza y compromiso con lo expuesto. Haciendo foco siempre en la dignidad devuelta a estas personas que, como dicen, dejaron una parte trascendental de sí mismos en las Islas.

"Volver a Malvinas"  capta como pocos, la tragedia humana de luchar en una guerra. Y lo hace mediante las historias narradas de boca de los propios combatientes, relatadas en ese inhóspito paisaje de clima cruel, mostrando el carácter épico de lo vivido, su ingenio para la supervivencia y el valor patriótico casi incomprensible a los ojos de hoy, que el espectador actual deberá reconstruir en su cabeza y sacar sus propias conclusiones.

viernes, 4 de mayo de 2018

El Intendente firmó la entrega en comodato a la ciudad del avión de Malvinas



El convenio fue rubricado en la ciudad de Reconquista. La significativa aeronave utilizada por el fallecido Capitán Fausto Gavazzi se emplazará en un espacio público de la ciudad para homenajear a los caídos en la contienda.



El intendente Sebastián Abella firmó en Reconquista, provincia de Santa Fe, la aceptación en comodato para Campana de un avión Pucará participante de la guerra de Malvinas.

La significativa aeronave se emplazará en un espacio público de la ciudad en homenaje al Capitán Fausto Gavazzi, recordado vecino fallecido en combate, y a todos los caídos durante la contienda. El avión modelo "Pucará" fue utilizado por el héroe campanense durante sus instrucciones de vuelo.

Tras rubricar el convenio, Abella visitó la 3era Brigada Aérea, donde funciona la base para formación y entrenamiento de las tripulaciones de Pucará, y fue invitado a participar del aniversario del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina.

En este marco, el jefe comunal destacó el reconocimiento de la Fuerza Aérea hacia el Capitán Gavazzi como un héroe de guerra.

“Me llena de orgullo que en los próximos meses nuestra ciudad tenga un monumento de estas características para los caídos en Malvinas", expresó el Intendente.

Y le manifestó al Comodoro Quiroga su satisfacción por la rúbrica de este acuerdo tras las intensas gestiones que llevó adelante durante un año. “Haber firmado el comodato es una gran satisfacción como intendente y ciudadano de Campana. La llegada de este avión era un sueño para mí y hoy lo puedo hacer extensivo a todos los vecinos”.

En los próximos días, la aeronave estará llegando a la ciudad para ser ensamblada, en el marco de un proyecto de homenaje histórico para los veteranos de Malvinas impulsado por el intendente Abella.

miércoles, 14 de marzo de 2018

El Municipio financia el segundo viaje de ex combatientes a las Islas Malvinas



Días atrás comenzaron las reuniones para empezar a organizar el segundo viaje financiado por el Municipio para que ex combatientes del distrito puedan regresar a las Islas Malvinas.

El Subsecretario de Desarrollo Territorial Rosario Bay, el Jede del Dpto. de Organizaciones Gustavo Maidana, y el Subsecretario de Unidad Secretaría Privada Matías Enz se reunieron  con un nuevo grupo de ex combatientes de Malvinas que viajarán en el mes de abril.

A la reunión desarrollada en las oficinas de Desarrollo Territorrial, asistieron Pedro Eduardo Gómez, Ramon Hector Nosiglia, Juan Carlos Centurión, Álvaro Melo y Cepero y Anibal Julio Araoz, veteranos de Malvinas que decidieron viajar a las Islas este año.

El año pasado el Intendente Osvaldo Cáffaro se hizo eco de la solicitud de volver a las Islas de los ex combatientes de Lima y Zárate.

A principios del 2017 fueron convocados por el Intendente quien los notificó que el Municipio disponía de los recursos para hacer el viaje. Entonces, se realizó un sorteo entre quienes estaban interesados en viajar. Y el viernes 7 de abril, cinco veteranos de guerra partieron hacia las Islas Malvinas.

Acompañados por el Presidente del HCD Ariel Ríos, los ex combatientes encontraron una tierra con agujeros que fueron bombas, chatarra oxidada, pedazos de cañones clavados en el piso, zapatos, algunas trincheras.

Uno de los momentos más importantes del viaje fue la visita al Cementerio de Darwin, donde están clavadas 237 cruces blancas de soldados caídos en combate.

El año pasado viajaron Barbagalo Alberto Antonio, Reyes Mario Alberto, Elsesser Hugo Norberto, Villalba Hector Adrian, Benitez Jorge Alberto.

Este año, el Municipio vuelve a financiar el viaje a otros cinco ex combatientes que partirán hacia Malvinas a mediados de abril.

viernes, 9 de marzo de 2018

"El monumento a Gavazzi será un emblema del reconocimiento histórico a los veteranos de Malvinas"




Así lo aseguró Sergio Roses, al referirse a las intensas gestiones que viene realizando el intendente Abella para emplazar un avión de la Guerra de Malvinas en la ciudad.


Tras darse a conocer las gestiones que desde hace casi dos años viene impulsando el intendente Sebastián Abella para erigir en Campana un avión que participó en la Guerra de Malvinas, en homenaje al Capitán Fausto Gavazzi -vecino de la ciudad fallecido durante el conflicto-, el presidente del HCD, Sergio Roses, manifestó que “Malvinas implica una reflexión profunda del país que tenemos y del país que queremos, y un gran reconocimiento a aquellos que dieron la vida por la patria. "


Y agregó que "es nuestra responsabilidad mantener viva en la memoria colectiva el recuerdo de la gesta de Malvinas”.


“Siguiendo este objetivo, es destacable el trabajo que lleva adelante el intendente Abella, para que los veteranos de nuestra ciudad tengan el reconocimiento que se merecen”, enfatizó el presidente del HCD.

“Nosotros, los campanenses, tenemos que sentirnos orgullosos porque tenemos un héroe en nuestra ciudad. Y este avión será un emblema del reconocimiento histórico a los veteranos de Malvinas”, aseguró Roses en concordancia con la intención del jefe comunal de exhibir la aeronave en un espacio público para que puedan visitar todos los vecinos.

Y, sobre el trabajo que viene realizando el Municipio tanto en memoria de Gavazzi, como así también para valorizar el rol de los veteranos, Roses sostuvo que “estamos empezando a saldar una deuda histórica, que nos debemos como sociedad”.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Se inauguró en Lima la muestra fotográfica "Volver a Malvinas"


Este sábado 9 de diciembre, se inauguró con un acto emotivo la muestra de fotos “Volver a Malvinas” y el descubrimiento de una placa en la Estación de Lima.
Del acto dio como inaugurada la muestra participaron Ariel Ríos, presidente del HCD, Patricia Moyano, Diputada Provincial, Rosario Bay, Secretario de Gobierno, Marcelo Díaz, Director de Control y Gestión, Edgardo Avigliano, Concejal Nuevo Zárate, Karina Zarzycki, Directora de.Articulación Karina Zarzycki y los Veteranos de Malvinas Mario Reyes, Jorge Benítez y Hugo Elsesser.
La Guerra de Malvinas marcó la vida de todo el país, pero sobre todo de quienes estuvieron en las frías trincheras. 35 años después, el Municipio de Zárate cumplió el sueño de muchos: cinco ex combatientes volvieron a las islas. Ellos fueron Mario Reyes, Jorge Benítez, Adrián Villalba, Alberto Barbagallo y Hugo Elsesser.
Reyes y Benítez son de Lima, por eso desde la Delegación Municipal surgió la idea de crear una muestra que quedará de manera permanente en la Estación del Parque Urbano de Lima.
El objetivo es que los vecinos tengan presente lo ocurrido en 1982 ya que, más allá de la muestra, se darán charlas en sobre lo ocurrido a estudiantes y vecinos en general.
La muestra “Volver a Malvinas” quedará para que todos aquellos vecinos de Zárate, Lima o cualquier ciudad puedan visitar. Los horarios de visita son de lunes a viernes de 9 a 12 hs. y de 17 a 20 hs. 

viernes, 1 de diciembre de 2017

La Delegación Municipal de Lima prepara una muestra sobre el viaje de excombatientes a Malvinas


La Guerra de Malvinas marcó la vida de todo el país, pero sobre todo de quienes estuvieron en las frías trincheras. 35 años después, el Municipio de Zárate cumplió el sueño de muchos: cinco ex combatientes volvieron a las islas.
Ellos fueron Mario Reyes, Jorge Benítez, Adrián Villalba, Alberto Barbagallo y Hugo Elsesser.
Ahora, para tener presente el viaje y sus vivencias que sirven como aprendizaje, se realizará la muestra fotográfica “Volver a Malvinas”.
Reyes y Benítez son de Lima, por eso desde la Delegación Municipal surgió la idea de crear una muestra que quedará de manera permanente en la Estación del Parque Urbano de Lima, la cual será inaugurada el 9 de diciembre.
El objetivo es que los vecinos tengan presente lo ocurrido en 1982 ya que, más allá de la muestra, se darán charlas en sobre lo ocurrido a estudiantes y vecinos en general.
“Nuestro objetivo es malvinizar, que siempre haya recuerdo de lo que ocurrió en Malvinas, que los ciudadanos del futuro sepan la historia y tengan herramientas para construir un país mejor”, dijo Benítez esta mañana.
“Todas las fotos son importantes, todas tienen un mensaje”, dijo Reyes, y añadió: “pero quizás la más significativa es una que se va a exponer en donde se nos ve a los 5 ex combatientes en el Cementerio de Darwin”.
La historia del viaje
La solicitud de los ex combatientes de Lima y Zárate se renovaba cada año: volver a Malvinas.
A principios del 2017 fueron convocados por el Intendente Osvaldo Cáffaro quien los notificó que el Municipio disponía de los recursos para hacer el viaje. Entonces, se realizó un sorteo entre quienes estaban interesados en viajar. Y el viernes 7 de abril, cinco veteranos de guerra partieron hacia las Islas Malvinas.
Acompañados por el Presidente del HCD Ariel Ríos, los ex combatientes encontraron una tierra con agujeros que fueron bombas, chatarra oxidada, pedazos de cañones clavados en el piso, zapatos, algunas trincheras.
Uno de los momentos más importantes del viaje fue la visita al Cementerio de Darwin, donde están clavadas 237 cruces blancas de soldados caídos en combate.
“Quisimos compartir este viaje a través de nuestras fotos, ese relato que hoy vuelve a llenarnos de orgullo, de emoción, de dolor, de incertidumbre”, explican hoy los ex combatientes e hicieron extensiva la invitación a todo el pueblo para que visiten la muestra.

martes, 2 de mayo de 2017

El Intendente acompañó el acto homenaje a 35 años del hundimiento del Crucero Gral. Belgrano



Frente al monumento a los caídos en Malvinas e islas del Atlántico Sur, el jefe comunal estuvo junto a ex combatientes y sobrevivientes del hundimiento, a quienes los destacó como “nuestros héroes contemporáneos de la patria.”

En el marco del 35° aniversario del hundimiento del Crucero General Belgrano ocurrido el 2 de mayo de 1982 durante la guerra de Malvinas, este martes se realizó un emotivo acto homenaje en la plaza Eduardo Costa, frente al monumento a los caídos en Malvinas e islas del Atlántico Sur.

Con la presencia del intendente Sebastián Abella, la jefa de Gabinete, Mariela Schvartz; funcionarios del Ejecutivo y concejales, se llevó a cabo un minuto de silencio, una alocución del sobreviviente Ricardo Córdoba y otra del jefe comunal, quien hizo mención a la importancia de estos actos que “ayudan a conservar la memoria y a preservar la entidad de nuestros héroes contemporáneos de la patria”.

Tras colocar una ofrenda floral en el monumento, Córdoba destacó el buen gesto del Intendente de participar del homenaje y expresó que “a 35 años de lo que fue el hundimiento del General Belgrano; como siempre nuestra ciudad está recordando, acompañados de las autoridades de Campana, vecinos ex combatientes y los sobrevivientes, lo que fue aquel 2 de mayo de 1982.”

“Hoy seguimos reclamando verdad y justicia porque el crucero fue hundido fuera de la zona de exclusión por el submarino nuclear inglés Conqueror en lo que nosotros consideramos un crimen de guerra”, señaló

Acompañado por los ex combatientes Ricardo Maciel y Claudio Milivinti y familiares, Córdova recordó “a los 323 compatriotas, centauros de la patria que son los que quedaron en el fondo del mar, junto con aquellos 649 que están en el cementerio Darwin que son los que quedaron haciendo soberanía en nuestro territorio nacional de nuestras islas Malvinas”.

Córdoba, junto a otros tres vecinos de Campana, Julio Dopazo, Raúl Pérez y Luis Piñeiro, fueron los únicos sobrevivientes del distrito.

Tras el acto, el Intendente instó a todos los ex combatientes a participar de una reunión el próximo martes a las 15 en el palacio municipal

miércoles, 12 de abril de 2017

Profunda emoción: ex combatientes zarateños visitaron el cementerio de Darwin













Los cinco ex combatientes de Zárate continúan recorriendo las Islas Malvinas junto al presidente del HCD, Ariel Ríos.
En las últimas horas visitaron el cementerio argentino de Darwin, donde la delegación zarateña vivió momentos de mucha emoción. Los veteranos de guerra pudieron rendir homenaje a sus compañeros caídos en combate.
El cementerio de Darwin es un cementerio militar de las islas Malvinas que fue habilitado por el Reino Unido para sepultar a combatientes de Argentina que murieron en la guerra del Atlántico Sur en 1982.
Se encuentra localizado a dos kilómetros del Puerto Darwin en la isla Soledad y a 88 kilómetros de la localidad de Puerto Argentino, con la cual enlaza a través de un camino de ripio que por momentos se encuentra en mal estado por lo cual se requieren de vehículos adaptados al terreno.
Del total de 649 argentinos que murieron en el conflicto, 237 de ellos fueron enterrados en este cementerio, más de la mitad de los cuales se halla sin identificar. Todos ellos fueron declarados por la Argentina como «Héroes nacionales» a través de la Ley Nacional 24.950 de 1998.
Luego visitaron el Cementerio Militar de Playa Azul, un cementerio militar localizado en cercanías del asentamiento de San Carlos en la isla Soledad en las islas Malvinas, en el que se hallan sepultados 14 de los 255 combatientes británicos que murieron en la Guerra de las Malvinas en 1982.
Finalmente, antes de terminar la excursión y regresar a Puerto Argentino, visitaron el museo de las Islas.

martes, 4 de abril de 2017

2 de abril: se realizó un homenaje a los ex combatientes




El domingo 2 de abril el Intendente Osvaldo Cáffaro encabezó el acto homenaje por el Día del Veterano y de los caídos en la guerra de Malvinas en el monumento al Héroe de Malvinas ubicado en Pacheco y Luis Jenner.
“Malvinas nos tiene que servir para unirnos, para estar cada vez más cerca entre nosotros”, dijo el Intendente en su discurso de cierre del acto.
Luego, Cáffaro agregó que “es lamentable y triste que tengamos que escuchar la palabra ‘desmalvinización’, porque las islas son nuestras por la historia, por la parte legal y porque hemos derramado la sangre de nuestros hermanos. Está por encima de cualquier gobierno la continuidad de las gestiones, de nuestra postura. Sacar una fecha del calendario, significa querer borrarnos nuestra cultura, nuestras raíces”.
Este año el acto tuvo una particularidad especial: se entregaron los vouchers a los 5 ex combatientes de Zárate que el viernes partirán hacia las Islas acompañados por el presidente del HCD, Ariel Ríos.
Los ex combatientes que viajan son Alberto Barbagalo, Mario Reyes, Jorge Benítez, Hugo Elsesser y Héctor Villalba.
El Municipio organiza y financia el viaje hacia Malvinas de los veteranos de guerra que por primera vez volverán al lugar donde ocurrió la guerra.
“Para la historia de un país, 35 años es poco tiempo, pero para un ser humano es bastante tiempo; veía a los veteranos esas ganas de cerrar una etapa, por eso se merecían que el Estado les dé la posibilidad de visitar aquella tierra que ellos defendieron en nombre nuestro”, aseguró el Intendente Cáffaro.
El acto
Con la presencia de muchos vecinos y representantes de instituciones de la ciudad, los ex combatientes llegaron al monumento cerca de las 11.30 horas.
Allí, estuvieron presentes autoridades de Bomberos Voluntarios de Zárate, Prefectura Naval Argentina, Gendarmería Nacional, Base Naval, Policía de la Provincia de Buenos Aires, Grupo Scouts “Alférez Nelson T. Page”, el Centro Entrerriano, LALCEC, Club de Leones y representantes de las colectividades de países como Uruguay, Portugal, y Ucrania.
Además del intendente Osvaldo Cáffaro, estuvieron presentes el presidente del Concejo Deliberante, Ariel Ríos, la diputada provincial, Sandra París, y funcionarios del Departamento Ejecutivo y concejales.
Luego de las actividades protocolares propias del acto, los ex combatientes Javier Torres, Mario Reyes y Jorge Benítez hicieron uso de la palabra.
Torres señaló que “es un día especial, donde se mezcla la alegría de encontrarnos después de 35 años y la tristeza por aquellos compañeros que perdieron la vida y por aquellos que no soportaron la posguerra”.
Por su parte, Mario Reyes, agradeció el esfuerzo de Municipio para que pudieran realizar el viaje a las Islas Malvinas: “Cinco de nosotros vamos a poder estar pisando ese suelo argentino que tanto queremos y amamos. Quiero agradecer a Osvaldo Cáffaro que supo escuchar e hizo todo lo posible a su alcance”.
El acto concluyó con la interpretación de la “Marcha de Malvinas”, a cargo de la Banda Municipal.

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