lunes, 9 de marzo de 2015

Trabajadores Hospitalarios podran jubilarse a los 50 años


SCIOLI ANUNCIÓ QUE LOS TRABAJADORES HOSPITALARIOS
DE LA PROVINCIA PODRÁN JUBILARSE A LOS 50 AÑOS
        El gobernador Daniel Scioli anunció, ante más de 5 mil empleados de la salud pública, la firma del decreto por el cual el personal hospitalario de la Provincia podrá jubilarse a los 50 años de edad y 25 de servicio, durante la celebración por el Día del Trabajador Hospitalario que se realizó anoche en el Complejo Deportivo "8 de Marzo" del Sindicato de Salud Pública de La Plata                            
        Scioli señaló que “hemos demostrado a lo largo de estos años que la Provincia es viable", y en este sentido, pidió ante una multitud que "cuenten lo que hemos hecho juntos, trabajando codo a codo" para ampliar derechos, acompañado por los ministros Alejandro Collia (Salud) y Oscar Cuartango (Trabajo).
        Junto al secretario General de la Federación de Asociaciones de los Trabajadores de la Sanidad Argentina (F.A.T.S.A), Carlos West Ocampo, el Gobernador remarcó que con este nuevo decreto “he demostrado que lo que prometo, lo cumplo, y se ve reflejado a lo largo de estos años”, al tiempo que agregó que  “vamos a trabajar por las conquistas que faltan en esta agenda que tenemos”.
        Acompañado por su esposa, Karina Rabolini, resaltó además "la madurez de las organizaciones gremiales que trabajan por más derechos”, e insistió con que esta nueva conquista “es mérito de los trabajadores”.
        En este marco, West Ocampo sostuvo que Scioli “hizo un compromiso con nosotros y lo cumplió, y de esta manera  los trabajadores de la salud estamos junto a un hombre que tiene palabra”, tras remarcar que  “estamos profundamente agradecidos y hacemos un voto para que él pueda ser quien una todas las voluntades de la sociedad argentina, sin fracturas, sin enfrentamientos”.
        Durante el acto, en el que el Gobernador saludó además a las mujeres en su día, participaron también el embajador Argentino en Chile, Ginés González García; el secretario General del Sindicato de Salud Pública de la Provincia de Buenos Aires (S.S.P.B.A.), Miguel Ángel Zubieta, entre otros.
CONDICIONES LABORALES
          La medida anunciada por el gobernador Scioli surge como consecuencia de las negociaciones colectivas de trabajo, y es una respuesta concreta a una reivindicación histórica de los trabajadores de los hospitales públicos, otorgándoles mayor protección laboral.
         “Este decreto es complementario de otra medida que otorgó el gobierno de Scioli, en el acuerdo paritario de 2013, por el cual el régimen de los trabajadores hospitalarios pasó de 48 a 36 horas semanales”, explicó el ministro de Salud Alejandro Collia.
          Y agregó que “estas medidas impactan sobre las condiciones laborales de los trabajadores  de hospitales, al mitigar las exposiciones a factores de riesgo psicosociales relacionados con las condiciones ambientales, químicas y biológicas que forman parte del entorno laboral y produce trastornos como depresión, estrés, ansiedad, síndrome de burnout entre otros”
          Por último, Collia recordó que durante la gestión Scioli “la Provincia incorporó 7.257 becarios a la planta permanente de Salud. Y, entre 2008 y 2015 se crearon en el área de Salud un total de 21.757 nuevos cargos, lo que representa un 72% de incremento real”, entre los que se destacan los casi 8.000 cargos de enfermería creados, de los cuales 5.000 fueron cubiertos con el programa de formación de enfermeros Eva Perón creado en 2009.

Brasil, crisis en cámara lenta

Brasil, crisis en cámara lenta

por Andrés Oppenheimer
aoppenheimer@elnuevoherald.com


Aunque gran parte de la atención mundial sobre América Latina esta centrada en Venezuela, hay una crisis en cámara lenta que está ocurriendo en un país mucho más grande —Brasil — que podría tener consecuencias mucho mayores para toda la región.

Días atrás, la encuesta semanal del Banco Central de Brasil, que reúne las opiniones de casi un centenar de los principales economistas del país, reveló una proyección según la cual la economía brasileña se contraerá en un 0.58 por ciento este año, su peor desempeño económico en los últimos 25 años.

Al mismo tiempo, cada vez más políticos y analistas brasileños están especulando públicamente sobre un tema que hasta hace poco era tabú: la posibilidad de que la presidenta Dilma Rousseff sea encausada por el escándalo político de Petrobras.

Según los fiscales, la gigantesca compañía petrolera brasileña habría pagado unos $3,800 millones en sobornos a funcionarios del gobierno y líderes empresariales cuando el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva era presidente, y Rousseff era presidenta del Consejo de Administración de Petrobras.

Aunque un juicio político a Rousseff es poco probable, al menos por el momento, la palabra ‘impeachment’ ya es parte de toda conversación política en Brasil.

El fiscal general Rodrigo Janot ha pedido a la Corte Suprema que investigue a 54 personas supuestamente vinculadas al escándalo de Petrobras. Sus nombres aún no han sido revelados, pero se cree que muchos de ellos son importantes políticos del gobernante Partido de los Trabajadores.

Muchos comentaristas políticos brasileños coinciden en que Brasil está sufriendo su peor crisis política en más de dos décadas.

“Tenemos una combinación de tres crisis, por lo cual no es una exageración decir que esta es la peor crisis en mucho tiempo”, me dijo Murillo de Aragao, presidente de la empresa de consultoría política brasileña Arko Adviceo. “Tenemos una gran crisis fiscal, y una gran crisis política, en medio de una desaceleración económica”.

Al igual que la mayoría de los analistas políticos, De Aragao cree que la investigación sobre el escándalo de Petrobras se extenderá hasta bien entrado el 2016, si no más. A pesar de que no cree que Rousseff sea enjuiciada, ya que esto requeriría pruebas que tendrían que vincularla directamente con los sobornos, no hay duda de que la investigación en curso debilitará a la presidenta, dijo.

Debido al escándalo de Petrobras, Rousseff ya enfrenta una creciente rebelión de sus aliados en el Congreso, lo que está dificultando la aprobación de medidas fiscales y otros proyectos de leyes necesarios para revivir la economía.

“Mirando hacia adelante, creo que se harán los ajustes fiscales para restaurar la credibilidad, y que vamos a ser capaces de iniciar un nuevo ciclo de crecimiento en alrededor de un año y medio”, me dijo De Aragao. “Pero hasta entonces, vamos a tener tiempos difíciles”.

Otros analistas son menos optimistas sobre una recuperación en el corto plazo.

Joao Augusto de Castro Neves, analista de Brasil de la empresa consultora Eurasia Group, escribió recientemente que el hecho de que la investigación de Petrobras probablemente se extienda por muchos meses, sino años, “elevará el riesgo de que el escándalo crezca e implique a miembros de la coalición gobernante, lo que podría socavar los esfuerzos del gobierno para apuntalar las cuentas fiscales y tomar medidas para impulsar la actividad económica”.

Además, existe el riesgo de una ruptura entre Rousseff y Lula, su principal fuente de apoyo político. Si la investigación de Petrobras encuentra vínculos entre el ex presidente y los sobornos — que tuvieron lugar durante su mandato — Rousseff se vería obligada a tomar distancia de él, y perdería su apoyo político.

Mi opinión: Además de tener que hacer frente al escándalo de Petrobras, un Congreso cada vez más independiente y la recesión económica del país, Rousseff también podría enfrentar un resurgimiento de las protestas sociales que sacudieron al país el año pasado. Según las encuestas, la mayoría de los brasileños creen que Rousseff sabía acerca de los sobornos cuando estaba en la junta directiva de Petrobras.

Lo que está claro es que la caída de la economía de Brasil y la creciente debilidad política de Rousseff impactarán a toda América Latina.

Habrá un impacto económico, porque Brasil es de lejos la mayor economía de la región, y compra una buena parte de las exportaciones de sus vecinos. Y habrá un impacto político, porque Brasil tiene una voz preponderante en los asuntos regionales, como en la actual crisis en Venezuela.

Un Brasil debilitado económica y políticamente podría verse urgido a tomar medidas favorables al mercado para atraer inversiones nacionales y extranjeras, y podría ser más proclive a mejorar sus frías relaciones con Estados Unidos y Europa. Pase lo que pase, la crisis en cámara lenta de Brasil tendrá un impacto regional, que hoy día pocos toman en cuenta.

Noticias que interesan