domingo, 13 de septiembre de 2015

130 Años de mi Ciudad: “Mis abuelos, los Inmigrantes”

Reflexiones con Mirta Cavalli, tras la inauguración del Mural





Para muchos de los campanenses, aquellos que el documento testifica fehacientemente que nacimos “acá”, en estas tierras. Como para aquellos que nacieron “allá”, entendiéndose a “allá” como a cualquier latitud del mundo pero que aceptaron arraigarse en nuestra Comunidad, en base al respeto y al trabajo, el pasado martes no fue un día más: las Instituciones le regalaron a Campana, en el marco de la Agenda Pública de Actividades, por el 130° Aniversario de la Creación de nuestro Partido, un “Mural Homenaje a los Inmigrantes”.

Ellos, niños y niños que seguían a sus padres en la travesía de, quizás, cruzar los mares, hoy hombres y mujeres grandes. Hoy peinando canas o, quizás, otros que ya no están pero que dejaron su legado generacional… 

En esa “cultura del trabajo”, que tanto se pregonó en la inauguración del Mural, que quedó plasmado para todos los campanenses, pudimos recoger algunos testimonios de Mirta Noemí Cavalli, quien como una vecina más se acercó a compartir el momento, y a “dialogar” imaginariamente con toda su familia…

Ella, es nieta de Don Victorio Cavalli, quien construyó y realizó el frente del Instituto N° 15, la Casa de Altos Estudios ubicada frente al Palacio Municipal, y que forma parte del Patrimonio Histórico local., y que está próximo a cumplir en el 2016, sus primeros 100 años de construcción.

Aquí, algunas reflexiones de Mirta:
Septiembre de 2015. Los medios de comunicación muestran permanentemente a los refugiados buscando un lugar…donde vivir y pienso.

Año 1885. María Troielli y Mauricio Ponti llegaban a la Argentina. Llegaban a Campana, con cuatro de sus siete hijos: Carlos, Teresa, Irene y Juan; nacen en nuestra ciudad las mellizas Ángela y Mariana, y también Ángel.

Mariana Ponti de Cavalli, mi abuela, se casa con otro inmigrante: el constructor italiana Victorio Cavalli. Ella 26 años, él 29 años, forman una hermosa familia en el año 1916.

Victorio, constructor y frentista, había estudiado en Alemania, y al volver a Italia encuentra un país en guerra, y su padre decide enviarlo a América.

Dejó en la estación de su pueblo cerca de Milán la bicicleta que fue guardada por 20 años por la familia. Falleció muy joven a los 42 años, y mi abuela Mariana queda viuda a cargo de sus hijos Alberto (hoy de 96 años) y Elvira (hoy de 94 años). 

Realizó muchos trabajos, la época lo ameritaba. Mariana falleció a los 106 años con muchas luces, disfrutó intensamente de sus nietos y sus bisnietos. Muchas historias y anécdotas y caminos recorridos.

Me gustaba cuando contaba que el bisabuelo Mauricio conversaba con su esposa en el patio de su casa y decía “un día el hombre va a llegar a la luna y las mujeres van a usar pantalones”. Callate Mauricio le decía María si alguien te escucha van a decir que estás loco, decía ella. No se equivocó…

Tampoco se equivocó cuando eligió la ciudad de Campana para vivir con su familia. Mi bisabuelo Mauricio fue un premonitor, lo que nunca imaginó fue que Campana iba a ser hoy una Ciudad pujante e importante del País.

¡Vamos por la sexta generación! ¡Vamos Campana! ¡Gracias a los Inmigrantes que poblaron la Ciudad!



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